Un reciente estudio realizado por expertos en salud de una reconocida institución académica ha revelado que tomar una siesta durante el día puede ser beneficioso para la salud en general. Según los investigadores, dormir una siesta puede ayudar a mejorar la memoria, aumentar la concentración y la productividad, así como reducir el estrés y la presión arterial.
La siesta, que tradicionalmente se ha asociado con países de clima cálido como España o México, está ganando cada vez más popularidad en otras partes del mundo como una práctica saludable. Durante la siesta, el cuerpo tiene la oportunidad de descansar y recuperarse, lo que puede tener efectos positivos en el bienestar físico y mental de una persona.
Además, se ha encontrado que las siestas cortas de 20 a 30 minutos son las más beneficiosas, ya que permiten a la persona entrar en un estado de sueño ligero sin interferir con el sueño nocturno. Por otro lado, si una siesta se extiende por más de 90 minutos, podría provocar un estado de somnolencia conocido como “inercia del sueño”, lo que puede resultar contraproducente.
En resumen, los expertos sugieren que incorporar una siesta corta en la rutina diaria puede tener efectos positivos en la salud y el bienestar. Sin embargo, es importante recordar que las necesidades de sueño varían de una persona a otra, por lo que es fundamental escuchar las señales del cuerpo y ajustar la duración de la siesta en consecuencia.
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