Su segundo Giro de Italia. Acostumbrada al sufrimiento épico de esos escaladores que acumulaban camisetas de la montaña, Colombia ahora saborea, una vez más, un triunfo rotundo de esos que antes le eran esquivos. Y lo hace en un momento convulso, de la mano de Egan Bernal, un fenómeno de 24 años, el único colombiano que ha ganado un Tour de Francia, justo cuando los jóvenes agobiados por la desesperanza llevan más de un mes volcados a las calles de las ciudades colombianas en una oleada sostenida de marchas, protestas y disturbios que acorralan al Gobierno de Iván Duque y se han estrellado contra la represión de las fuerzas de seguridad.
“Finalmente sí es mi segunda grande. En este momento me veo tranquilo, pero por dentro estoy que explotó de la felicidad”, declaró un renacido Egan, vestido con la maglia rosa que defendió con acierto toda la semana, nada más acabar la contrarreloj de Milán. Después de cumplir el postergado sueño amarillo del país en el Tour del 2019, el Niño Maravilla de Zipaquira ha sufrido para volver a alcanzar su mejor forma. No se refirió a las protestas, pero ya lo había hecho en vísperas del inicio del Giro. “Me duele y siento pena por lo que está pasando en Colombia. De hecho, me gustaría estar allá y poder estar cerca de mi familia y, de alguna forma, apoyar a mi pueblo”, había escrito a comienzos de mes, cuando el estallido social cumplía su primera semana. En ese mensaje se mostró indignado tanto con los abusos de las autoridades como con los actos de vandalismo, y le pedía al presidente que “busque una solución para todo este caos”.
Egan ganó el Giro en su primer intento, como ya lo había hecho Nairo Quintana en la edición del 2014. “Ha sido un espectáculo colombiano. Al Tour de Egan y esos dos títulos en Italia se suman los de la Vuelta a España, con una altísima carga de simbolismo, que también llegaron en momentos críticos para Colombia.
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