El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado este miércoles que su Gobierno se va “a dar un tiempo” en las relaciones con España. “Una pausa para respetarnos y que no se nos vea como tierra de conquista. Queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos del mundo, pero no queremos que nos roben, así como los españoles no quieren que les roben de ningún país, y hacen bien, pues tampoco queremos nosotros”.
López Obrador no ha especificado en qué consiste esa “pausa” a la que ha hecho referencia; tampoco la Cancillería mexicana, consultada por este diario, ha querido entrar a valorar el comentario del presidente. De lo que no hay duda es que las declaraciones en La Mañanera, la rueda de prensa diaria que da López Obrador de lunes a viernes, vuelven a tensar las relaciones con España. Se dan, además, apenas unos días después de que el 28 de enero España confirmase al nuevo embajador enviado por México, Quirino Ordaz, que el presidente nombró para restañar las dañadas relaciones que ha mantenido con España desde su llegada al poder a finales de 2018. El nombramiento de Ordaz, exgobernador del Estado de Sinaloa, tardó en ser aprobado y desató todo tipo de suspicacias en México sobre si iba a ser rechazado, algo que no se contempló.
La relación del Gobierno de López Obrador con España
Ha sido tensa desde que, en 2019, se conoció la carta que el presidente mexicano envió al Rey exigiéndole que pidiese perdón por los abusos cometidos en la Conquista, un reclamo que no fue atendido por la diplomacia española por los términos en que fue dirigido y que el mandatario mexicano tomó muy a mal.
Más allá de la misiva, durante los tres años que lleva en el poder López Obrador ha lanzado desde su conferencia diaria duros ataques a diversas empresas españolas, especialmente las energéticas. Cada vez que el presidente mexicano trae a colación los antiguos negocios de algunas compañías, como Iberdrola o Repsol, con anteriores gobiernos, el discurso se enturbia y las relaciones diplomáticas parece agrietarse. El presidente se duele una y otra vez de los negocios que hicieron las grandes firmas energéticas, turísticas, en territorio mexicano con el concurso de presidentes como Calderón, Fox y otros. “Estaban acomplejados, fascinados con la monarquía”, ha dicho este miércoles. Y ha tenido, como siempre, palabras laudatorias hacia el pueblo español, “que merece todo el respeto, es un pueblo trabajador, bueno, extraordinario”.
En un mensaje críptico
El presidente mexicano ha hablado de “esperar”, de “ir despacio” con la diplomacia española. “Nos conviene darnos un tiempo por lo que sucedió”, en referencia a las relaciones comerciales entre las multinacionales españolas y la petrolera estatal mexicana, Pemex, por ejemplo, donde el presidente ha relatado algunos pésimos negocios donde la estatal salió con muchas pérdidas. Preguntado por la prensa sobre qué implicaban sus palabras exactamente respecto a la relación con España ha dicho: Es solo un comentario, una plática aquí, una conversación, ¿qué ya no puedo hacer comentarios?”, ha sonreído. Y ha añadido que cuenta todo eso para que la población mexicana conozca lo ocurrido en aquellos sexenios que le han precedido.
“No confundir gobiernos con nación”, ha señalado el presidente. “Esto es cosa de los de arriba, de las cúpulas económicas y políticas, que son lo mismo, están mezcladas”. Y de nuevo ha evidenciado la buena relación de México con el pueblo español “perseguido por el franquismo”, los miles de republicanos que llegaron amparados por las medidas de acogida puestas en marcha por Lázaro Cárdenas: “Vino gente preparada que contribuyó al desarrollo del país y que tienen nuestro respeto, también los españoles de allá.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook y Twitter, o visitar nuestra pagina oficial.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.