El Gobierno se ha comprometido con Bruselas a cumplir 390 hitos y objetivos para asegurarse el desembolso de los 70.000 millones en fondos europeos no reembolsables que le tocan a España en tres años. Según el documento, entre las promesas a Europa, el Ejecutivo sostiene que al menos un millón de pymes recibirán ayudas para la digitalización de sus negocios al cierre de 2024 con la llamada mochila digital, unos paquetes predeterminados de soluciones informáticas que se adquirirán para las empresas que busquen, por ejemplo, presencia en internet, comercio electrónico, oficina en la nube, ciberseguridad o marketing digital. Su presupuesto total asciende a los 3.508 millones.
Los fondos europeos financiarán estos objetivos. Pero antes también tendrán que estar listas las principales reformas que demanda Bruselas. Aunque la ministra de Hacienda abrió la puerta a aplazar las subidas de impuestos si se retrasaba la recuperación, según figura en el documento remitido a la Comisión, en el primer trimestre de 2023 entrarán en vigor las subidas de impuestos que recomiende el recién creado comité de expertos. Esta comisión analizará la tributación en España para acercar la presión fiscal a los niveles europeos centrándose, según recoge el papel, en la fiscalidad medioambiental, la corporativa, la de la economía digital, la de las nuevas actividades y la armonización de los impuestos sobre la riqueza.
El documento remitido a Bruselas también afirma que habrá 81.000 electrolineras y 250.000 coches eléctricos a finales de 2023; 7.000 vehículos del Estado y las empresas públicas que serán sustituidos por otros libres de emisiones allá por el tercer trimestre de 2023; 300.000 portátiles y tabletas comprados para estudiantes de escuelas públicas y concertadas en el cuarto trimestre 2023; 60.000 plazas entre nuevas y reformadas en guarderías para niños de uno a dos años en el cuarto trimestre de 2024; 1.500 kilómetros de vías nuevas o reformadas de los corredores Mediterráneo y Atlántico a mediados de 2026; 510.000 viviendas rehabilitadas para la misma fecha; teleasistencia para el 90% de los beneficiarios de la dependencia en 2023 y un aumento del personal de la Agencia Tributaria este año hasta al menos los 26.320 efectivos.
La reforma laboral tendrá que estar aprobada en el Boletín Oficial del Estado en el cuarto trimestre de 2021, lo que incluye la simplificación a tres de los contratos, la legislación del temporal para intentar limitarlo, la regulación de la subcontratación, la modernización de la negociación colectiva fijando la relación entre el sectorial y el de empresa, y los bautizados como ERTE estructurales.
Cabe recalcar que el texto pone literalmente “entrada en vigor” al referirse a las exigencias de reforma fiscal, y que la Comisión Europea ha pedido en su último examen publicado la semana pasada que España debe “dar prioridad a las reformas fiscales estructurales que ayuden a financiar las políticas públicas y contribuyan a la sostenibilidad de las finanzas públicas”.
La reforma de las pensiones deberá estar culminada a finales de 2022. Esta contempla un nuevo factor de equidad intergeneracional que asegure que no se sobrecargue a las nuevas generaciones, el nuevo periodo de cálculo para la pensión y un estudio que muestre cómo se ha conseguido garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo. Además, en el primer trimestre de 2024 se publicará una evaluación del ingreso mínimo vital.