TLAXCALA. Alejandro tenía cinco años de edad cuando, en vacaciones, durante un tour por una parte del río Amazonas, en Brasil, miró un cardumen de pirañas pecho rojo, de las más violentas.
-¡Papá, quiero tener una de ellas en casa!
Su padre cumplió ese deseo.
“Será mi mascota”, dijo.
Las mascotas son animales domésticos de compañía y, como su nombre lo indica, son conservados por sus dueños para formar parte de la familia, disminuir la soledad y traer la alegría a sus hogares.
Pero un día Alejandro supo que los animales no tienen conciencia y actúan por instinto. Introdujo la mano a la pecera y casi pierde el dedo. Su mascota lo atacó.
En Tlaxcala la gente usualmente tiene perros y gatos. No son de gustos exóticos.
Algunos animales que pueden tener en el hogar, por su gusto, pero que no permite la ley son:
1.- Capibara: es uno de los roedores más grandes del mundo. Necesitan acceso al agua y no son sociables por lo que es mejor evitar tener uno solo.
2.- Liebre de la Patagonia. Es la versión más pequeña y terrestre del Capibara.
3.- Dragón Barbudo: Es un reptil de Australia. No es venenoso.
4.- Zorros Fennec. No es agresivo, es la raza más pequeña del mundo.
5.- Erizo: Son similares a los hámster o conejillos de indias.
6.- Ajolote. Es un tipo de salamandra. Inofensivo
7. Pitón bola: Nunca agrede o no hay registro de ello. Come ratones
En Tlaxcala no existe un sitio en específico para comprar animales exóticos, sin embargo, la ciudadanía puede acceder a ellos vía WhatsApp y Facebook y las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profeco) no actúan.
En los mercados públicos, los traficantes comercian animales, aves y serpientes, principalmente. Eso sí, no los exhiben, pero así ofrecen: “si gusta vamos a la bodega y ahí lo tengo”.
Sobre el tema, El Sol de Tlaxcala solicitó información a la oficina de la Profeco pero no quiso proporcionarla. Sus empleados argumentaron que todo es a través de la Ciudad de México.
La ley castiga con pena de uno a nueve años de prisión, 300 a tres mil días multa y ordena aplicar una adicional de tres años más de prisión y hasta mil adicionales, cuando las conductas de tráfico de animales se realizan o afecten un área natural protegida, o cuando sean con fines comerciales.
En Tlaxcala, algunas personas poseen serpientes, algunas venenosas como cascabel, no más de 30 centímetros, con su mordida no muere la gente, pero si debe ir al hospital, su temperatura puede superar los 40 grados. Los dueños no permitieron las imágenes.
-¿Y si me la quitan?- fue el argumento.
Pero Alejandro llamó la atención porque sus mascotas no son gatos y perros, son tres pirañas y cinco pejelagartos.
Las primeras son peces voraces que viven en los ríos de aguas templadas y cálidas de Sudamérica y los pejelagartos son violentos, pueden hasta vivir en tierra por meses, son como dinosaurios, son invencibles, comen peces. Sobreviven tanto en agua dulce agua como marina, y principalmente en Tabasco.
Alejandro, ahora de ocho años de edad, lo primero que hace cuando regresa de la escuela, es ver que sus animales estén bien. Cada semana, junto con su padre, compra sus charales.
-¿Te gustan mucho?
-“Los amo”.
-¿Quién te los regaló?
-“Mi papá. Sé que los pejelagartos los trajo de Tabasco y la piraña es del Amazonas, pero la compró en México, en el “mercado de Sonora”, la vi en el río y me gustó por su panza roja”.
-¿Y qué comen?
-“Peces, un día, quise darles jamón y casi mueren (sonrió). Su alimentación debe ser limpia”.
-Pero son agresivos…
-“No, solo buscan comida. Es su naturaleza”.
Un día de 1987, Enrique N. montaba a caballo, como cada semana, con su señor padre en el área de la rascona, región de Cuapiaxtla, municipio de la zona oriente. Visitaban sus parcelas y, de pronto, de entre los surcos, apareció lo inesperado: una mamba negra de casi dos metros de largo.
Lista para atacar, casi alcanzó la altura de la cabeza del caballo que, literal, tumbó a Enrique N. Los caballos tienen miedo a las serpientes.
-“Tranquilo. No es su hábitat, busca algo de comer o está sedienta. No atacará”- dijo su padre.
-¿La vas a matar, papá?
-No hijo. La vamos a regresar a su hogar”.
Llamó a los trabajadores, tomaron un canasto y lograron introducirla. Y en efecto, como dijo su padre, no atacó. No era su clima, ambiente y estaba sedienta, le dieron agua en una bandeja. El señor la entregó a la comuna de Huamantla.
-¿Cómo llegó aquí papá?
-“En tren…”
El niño no sabía que, además de comercial, había uno de carga en la estación de Cerón. La trajeron en un cargamento. Luego, se supo, llegaron coralillos y pitones amarillas (cuidan platanales, pero son enormes). Los comerciantes de tráfico de animales fueron los responsables.
Nadie supo el destino de esos animales, pero este Diario tuvo conocimiento de que un ganadero adinerado de la región de Altzayanca se quedó con las especies. Eran sus mascotas. Él ya murió.
FACEBOK, EL MERCADO
Por puro gusto, placer o lujo, algunos tlaxcaltecas compran mascotas poco usuales y hasta peligrosas, cuya adquisición, además de ser cara económicamente hablando, resulta complicada.
Miguel N. forma parte de ese selecto grupo de compradores y vendedores de fauna exótica, y, al comentar que es posible tener como mascota un cotorro y hasta un león, señaló que el proceso para ello puede ser de varias semanas dependiendo de la especie que se quiera tener como mascota.
Opera a través de Facebook, oferta y compra las especies, por lo regular con alguien conocido pues destacó que debido a la prohibición de traficar animales en peligro de extinción, ese tipo de negocios se hace entre personas de diferentes estados de la República que antes ya han hecho tratos.
En entrevista, platicó que muchas de las veces no resulta tan cara la adquisición de un animal exótico, como lo es su manutención, aunque también aclaró que depende de la especie, pues explicó que no es lo mismo alimentar a un tucán de fruta, que a un jaguar que puede consumir hasta siete kilogramos de carne al día.
“A veces suele ser tan complicado mantener esas mascotas que las mismas personas los ponen otra vez a la venta, o también lo hacen porque ya no tienen espacio en sus hogares en donde puedan vivir”, añadió.