El PP se prepara para dar una nueva vuelta de tuerca a la estrategia de oposición frontal al Gobierno de Pedro Sánchez si el consejo de ministros aprueba finalmente los indultos a los 12 líderes del ‘procés’ condenados, nueve de ellos en prisión. Los populares avisan de que irán “hasta las últimas consecuencias” para evitar la medida de gracia y si se produce la recurrirán ante el Supremo, lo que podría provocar problemas al Gobierno porque el alto tribunal abrió hace años la vía en varias sentencias para anular indultos si no están debidamente justificados. La dirección del PP descarta protestas en la calle para no dar alas a Vox.
La relación entre el Gobierno y el PP pasa por uno de los peores momentos después de la victoria de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, pero todavía puede ir a peor. La cúpula de Pablo Casado ha leído esas elecciones como el inicio de un cambio de ciclo político a su favor y cree que tiene que apretar en la estrategia de desgaste al Ejecutivo en todos los frentes posibles para consolidar la caída del PSOE que apuntan las últimas encuestas. Casado ha proclamado ya que la legislatura ha entrado “en vía muerta” después del 4 de mayo, y ahora sitúa la posible concesión de indultos a los líderes independentistas como la “línea roja que Pedro Sánchez no debe cruzar”, y que si traspasa supondrá que la legislatura “habrá acabado”, según el líder del PP. Aunque fuentes de la dirección precisan que eso no significa que el PP vaya a romper todos los puentes con el Gobierno, sí reconocen que si eso pasa habrá un antes y un después en la ya maltrecha relación.
El PP ha lanzado la advertencia al Gobierno con tintes de amenaza. El encargado de hacerlo fue este lunes el hombre de la máxima confianza de Pablo Casado, el secretario general, Teodoro García Egea, quien ha llevado además las principales negociaciones con La Moncloa, ahora en punto muerto. “Si el Gobierno, en contra de la Fiscalía o de los juzgados, concede un indulto, el PP irá hasta el Tribunal Supremo y hasta las últimas consecuencias para que esto no se produzca”, avisó García Egea. El partido pone el foco en que los líderes del procés, encarcelados desde hace tres años y medio, no han mostrado arrepentimiento e insistirá en la idea de que la medida de gracia es el precio político que paga Sánchez a los partidos independentistas por su investidura, en la que ERC se abstuvo y Junts per Catalunya votó en contra. En la dirección del PP creen que para Sánchez tendría mucho desgaste esa decisión y dudan incluso de que lo haga.
El PP lanzará una ofensiva jurídica y política en caso de que el Gobierno decida finalmente dar el delicado paso de conceder los indultos. Los populares recurrirán al Tribunal Supremo la medida de gracia, lo que abre una vía para que el alto tribunal anule la decisión si entiende que no está debidamente justificada, una posibilidad que se puede dar sobre todo cuando hay informes contrarios —como ocurrirá previsiblemente en este caso— de la Fiscalía y del tribunal sentenciador.
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