En 2013 seis universitarios se ahogaron en una playa cerca de Lisboa por culpa de una novatada: daban un paso atrás cada vez que fallaban a una pregunta del Dux-Duque (el jefe de los veteranos). La ministra de Justicia, Paula Tereixa da Cruz, lamentó las muertes y eso fue todo. “No tiene sentido prohibir las inocentadas, que en determinados casos son bonitas. Prohibir no es la solución”, afirmó. La rebatió Mario Soares, que había sido presidente de Portugal, en Diario de la República: “Las novatadas son incomprensibles e inaceptables […] una suerte de fascismo. Deberían estar prohibidas”. La Ley de Convivencia Universitaria, cuyo anteproyecto fue visto este martes en el Consejo de Ministros en España, tipifica ahora como falta muy grave las novatadas que merman la integridad de la persona acosada y establece una pena de expulsión del campus para el que la perpetre de entre dos meses y tres años.
El reglamento disciplinario franquista, todavía en vigor, no contempla el castigo de las novatadas. “La tipificación en el decreto del 54 es muy general y orientada a mantener el orden público. No aterriza en las cuestiones que afectan en el ámbito académico”, explicó una técnico del Ministerio de Universidades en un encuentro telemático con la prensa. El nuevo código es para los campus públicos y el Gobierno aspira a que los privados apliquen su régimen disciplinario. En España las novatadas no aparecen en el Código Penal, a diferencia de Francia, donde se incluyeron en 1998.
La aprobación del anteproyecto coincide con la publicación del libro Las novatadas, el maltrato como diversión (Aula Magna), redactado por siete expertos en psicología, antropología y derecho. Es la primera vez que un título disecciona desde distintos ángulos lo que muchos consideran ritos de iniciación. Los especialistas concluyen que estas supuestas bromas son consentidas por la sociedad, aunque cada vez hay más campañas de concienciación en las universidades. Hay manifiestos en contra y los rectores, los colegios mayores, la Policía Nacional, los Ayuntamientos y los colectivos de estudiantes muestran su repulsa ante casos concretos.
“No es que haya abuso en las novatadas, es que las novatadas en sí son un abuso”, reflexiona en el libro la psicóloga Loreto González-Dopeso, presidenta de la asociación Nomasnovatadas.org. Si Íñigo Méndez de Vigo, siendo ministro de Educación con el PP argumentó en 2015 que eran “parte de la tradición” y había que buscar “un equilibrio entre la broma simpática y los disparates”, González-Dopeso contesta son un ejercicio de dominio, vejación y normalización del sometimiento muchas veces con tintes sexuales. Sin embargo, muchos novatos aceptan de buen grado estas prácticas.
Nomasnovatadas.org preguntó a 158 estudiantes de instituto por las “inocentadas” y determinaron que los jóvenes las justifican para su integración y las relacionan con la juerga. La lista de acosos que enumera González-Dopeso es interminable: les obligan a comer comida de gato, a tirarse a un seto con el torso desnudo o sentarse toda la noche en la repisa de la ventana de un quinto piso. En el caso de las chicas no faltan las pruebas con tintes sexuales, como salir vestidas de gallinas por la calle con un cartel que dice “empóllame”. O se organizan subastas en las que ellos y ellas se van quitando ropa, como la puja nudista en el campus de la Universidad de León que llegó a los medios de comunicación en 2017.
González-Dopeso recuerda que las novatadas pueden durar meses, son asimétricas ―alguien de primer curso no puede hacerle una a uno de segundo― y los que no participan en ocasiones son aislados en los colegios mayores, no así por las organizadas en facultades. Muchos estudiantes piden a sus padres que no denuncien su situación a su organización porque no quieren sentirse los “raros”. Se sienten mal, explica, pero no lo cuentan porque supone una doble humillación. Dos colegiales fueron expulsados en 2019 dos semanas en Madrid tras hacerse público un vídeo en el que se abofeteaban, y sus compañeros les respaldaron. La pandemia ha suavizado las novatadas colectivas del último septiembre.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.