La defensa a ultranza que el presidente de EE UU, Joe Biden, ha hecho del papel del Gobierno federal y la expansión de la red de protección social levanta ampollas en la oposición republicana. El choque de trenes cristalizó este miércoles en el primer discurso que el demócrata pronunció ante las dos Cámaras del Congreso, en la víspera de cumplir sus primeros 100 días de mandato. Biden pidió más artillería para apuntalar la recuperación y reforzar el Estado de Bienestar y los conservadores prometieron batallar contra el “despilfarro”.
Con el expresidente Donald Trump en Florida, la discusión política ha bajado de decibelios en Estados Unidos, pero las diferencias permanecen. Biden pidió apoyo a los republicanos para sus ambiciosos planes de infraestructuras y ayudas a las familias, que de salir adelante sumarían unos 4 billones de dólares y, en resumidas cuentas, entierran el credo neoliberal que ha reinado desde los años ochenta. “Estados Unidos está avanzando, no podemos parar ahora”, recalcó, sacando pecho también por los resultados obtenidos hasta ahora con su programa de estímulos en marcha, los 1,3 millones de empleos creados o la reducción de la pobreza infantil.
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