”Si paro, se me duerme el pie”. Era enero de 2019 y Patri Guijarro (Palma, 22 años) no paraba quieta. Mientras sus compañeras descansaban, tomaban agua o simplemente se quedaban de pie para escuchar las indicaciones del cuerpo técnico, la volante del Barcelona daba vueltas y vueltas en el campo de entrenamiento de la Ciudad Deportiva. Así durante el día; por la noche, todo iba a peor. “Era tanto el dolor que sentía que no podía ni dormir. Fue muy duro, porque era una lesión desconcertante. Poco conocida”, cuenta Guijarro. Era un ganglión en el pie derecho que la dejó fuera de la primera final de Champions en la historia del fútbol español, la que perdió el Barcelona ante el Lyon en Budapest. “Estábamos muy preocupados, teníamos miedo de que no pudiera volver a jugar”, recuerdan en el Barça. Seis meses y dos operaciones después, Guijarro reapareció en el Mundial de Francia con España. “Tenía claro que iba a volver. Hoy, mentalmente soy más fuerte”, expone la azulgrana antes de una nueva final de la Copa de Europa, este domingo (21.00) contra el Chelsea.
Su vía crucis personal la catapultó como una de las jugadoras más comprometidas con el ambiente en el vestuario. “Es la primera que presta atención cuando una compañera no está bien. Y pide al cuerpo técnico que no le metan caña a una jugadora que no pasa un buen momento. Es sorprendente, solo tiene 22 años”, explica un empleado del Barcelona. Ella, en cambio, sintetiza su carácter de una forma más pragmática. “Soy una persona muy social, cercana y extrovertida. Me encanta estar de buen humor y que haya buen ambiente”, explica Patri Guijarro.
Pegamento en el vestuario y en el campo, en el Barça saltaron las alarmas cuando Guijarro se perdió por sanción la ida de las semifinales ante el PSG. “Es nuestra Busquets. La jugadora que da sentido al juego”, explican desde el área deportiva. “No sé si se puede relacionar mi personalidad con mi juego. Sí es cierto que yo soy igual tanto dentro como fuera del campo”, interviene la volante. El Barça empató en París y, ya con Guijarro en el once, le ganó la vuelta al conjunto francés. “No es solo que ella es una jugadora buena. Es que hace mejor a las demás. Siempre ofrece una línea de pase y sus compañeras lo saben y la buscan. Lo hace tanto en ataque como en defensa. Tiene una actitud proactiva, además de una lectura de juego increíble”. “¿Jugar de pivote en el Barça?”, dice Patri; “es responsabilidad. Es una posición que implica equilibrio y eso es la parte más importante para mí”.
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