WhatsApp, el principal servicio de mensajería del mundo, está encontrando fuertes resistencias para desplegar la actualización de los términos y condiciones de uso de su aplicación, que entra en vigor este sábado y en la que se especifica que compartirá datos de sus usuarios con Facebook, su empresa matriz. Varios países, entre ellos India y Brasil, los dos mayores mercados de WhatsApp, han decidido congelar su entrada en vigor ante las dudas que dicho trasvase de datos suscita en torno a la privacidad y a la posición de dominio de la compañía. Paralelamente, un grupo de activistas ha lanzado una campaña para frenar la operación, que consideran dirigida a crear una especie de superaplicación que concentre toda la actividad digital de la gente, como sucede con WeChat en China.
Estaba previsto lanzar la revisión de las condiciones en febrero, pero la oleada de críticas que provocó y el éxodo de millones de usuarios a sistemas de mensajería rivales como Telegram o Signal hicieron que la compañía lo retrasara para explicar mejor los cambios. Quienes no acepten los términos de uso no verán eliminadas sus cuentas, pero recibirán mensajes cada vez más persistentes para que accedan a hacerlo y verán reducidas progresivamente las funciones del servicio hasta que éste quede en la práctica inutilizado. En la Unión Europea los usuarios deberán aceptar también las nuevas condiciones, aunque estas tendrán un efecto mucho más limitado que en el resto del mundo porque el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) no permite que se compartan los datos con Facebook.
A estos tres se podrían sumar más países en los próximos días, como Sudáfrica, Chile o Argentina, que ha iniciado una investigación de oficio. En Chile, donde el 90% de la población usa WhatsApp a diario, representantes de la asociación Derechos Digitales, partidaria de retrasar la entrada en vigor de las nuevas condiciones, se reunieron este jueves con la Fiscalía Nacional Económica (FNE). “La conversación que tuvimos fue muy buena. No fijaron compromisos concretos, pero quieren seguir estudiando el caso. Tenemos altas esperanzas de que se produzcan avances”, sostiene.
Uno de los elementos que más preocupan en Latinoamérica cuando se habla del posible abuso de posición dominante de WhatsApp son los llamados planes de zero-rating: las recargas de datos móviles en las que el uso de WhatsApp no consume datos. Según Canales, las cuatro principales operadoras chilenas tienen planes de ese tipo, muy habituales en todo el continente. Esas ofertas hacen posible que los menos pudientes puedan comunicarse por mensajería instantánea, y queden a la vez atados a la compañía de Facebook. Rechazar los nuevos términos y condiciones supondría para ellos quedarse incomunicados.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.