La reciente debilidad del mercado laboral en Estados Unidos ha suscitado comentarios significativos, como el de la vocera del Fondo Monetario Internacional (FMI), Juli Kozack, quien sugiere que tal circunstancia podría abrir la puerta para que la Comisión Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal (Fed) inicie un ciclo de reducción de tasas. Este escenario se presenta en un contexto económico que implica consideraciones complejas para el banco central, que debe equilibrar la necesidad de controlar la inflación mientras fomenta el empleo.
Desde la sede del FMI en Washington, Kozack indicó que la moderación en la demanda interna y la debilidad en la creación de empleo plantean riesgos a la baja. En este sentido, se vislumbra una oportunidad para que la Fed adopte medidas más relajadas, aunque con cautela y en función de los datos en los próximos meses.
En una conferencia reciente, el presidente de la Fed, Jerome Powell, expresó que el mercado laboral parece haber alcanzado un equilibrio, aunque uno que es inusual. Este balance, resultante de la desaceleración tanto de la oferta como de la demanda de trabajadores, conlleva ciertos riesgos que deben ser gestionados de manera cuidadosa. Powell destacó que la estabilidad de la tasa de desempleo permite un enfoque meticuloso respecto a los cambios en las políticas monetarias.
Respecto a la inflación, Powell mencionó que los aranceles podría tener un impacto acumulativo en los precios en los meses siguientes, creando incertidumbres sobre el momento y la magnitud de dichos efectos. Aunque se prevé que estos aumentos en los precios sean relativamente breves, la Fed también enfrenta el reto de evaluar si los aranceles generarán una inflación persistente.
Durante su intervención en un importante simposio, subrayó que los efectos de los aranceles se esfumarán eventualmente, pero también advirtió sobre la posibilidad de que la presión inflacionaria se convierta en un fenómeno más duradero. Estos mensajes se interpretaron como señales claras de que podría haber un recorte de tasas en diciembre.
A medida que se aproxima la próxima decisión monetaria de la Fed, programada para el 16 y 17 de septiembre, el mercado está a la expectativa de una posible reducción de 25 puntos base, marcando la primera en ocho meses. La situación se mantiene en constante evolución y tiene el potencial de impactar significativamente tanto la economía estadounidense como la global. La atención está centrada en cómo la Fed manejará estos desafíos en un entorno marcado por la fluctuación de la demanda y la inflación.
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