Casi un mes después que el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó asaltar y confiscar por segunda ocasión la revista Confidencial, el director de esa publicación, el reconocido periodista Carlos Fernando Chamorro denunció la noche de este lunes que un contingente policial allanó de forma “ilegal” su casa de habitación, ubicada en el desarrollo Intermezzo del Bosque, en las afueras de Managua.
Crisis política en Nicaragua
“No a la censura. Tropas de la Policía ejecutan a las 8.30 PM un operativo ilegal de allanamiento en mi casa en Intermezzo del Bosque. Exigimos respeto a la integridad física de mi cuñada Amelia Elizondo, Amparo, y Alvaro, el guarda de seguridad. No podrán callar al periodismo”, denunció Chamorro a través de su cuenta de Twitter.
Ni el director de Confidencial ni su esposa, Desiré Elizondo, se encontraban en la vivienda al momento del asalto policial. El allanamiento a la casa de Chamorro es parte de la escalada represiva del régimen Ortega-Murillo contra opositores (entre ellos cinco candidatos presidenciales), liderazgos políticos y periodistas bajo el paraguas de una serie de leyes punitivas aprobadas en 2020, de cara a las inciertas elecciones generales previstas para noviembre próximo.
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El régimen no ha informado sobre cuál delito le achacan a Chamorro. Sin embargo, el Gobierno Ortega-Murillo señaló al reconocido periodista de supuesto lavado de dinero en un comunicado enviado a las embajadas acreditadas en Managua hace unas semanas. A Chamorro, quien recientemente ganó el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria, es vinculado a la acusación en contra de su hermana, la precandidata presidencial Cristiana Chamorro, a quien señalan de lavar dinero a través de la clausurada Fundación Violeta Barrios.
El director de Confidencial es el periodista más reconocido e influyente de Nicaragua, y no es la primera vez que enfrenta de parte de los Ortega-Murillo persecución. En 2008, el régimen también allanó Confidencial por supuesto lavado de dinero, pero la justicia nunca pudo probar tal señalamiento. En diciembre de 2018, la redacción de ese medio fue allanada y confiscada luego de las protestas sociales de 2018. Chamorro se ha vuelto enemigo número uno de la dictadura Ortega-Murillo.
“Una vez más el periodismo está bajo ataque”, alertó a Columna Digital el defensor de derechos humanos Gonzalo Carrión. “En las últimas tres semanas, en el contexto de la criminalización contra Cristiana Chamorro, decenas de periodistas han sido citados al Ministerio público. Es un ataque frontal contra el periodismo y contra todo aquel que en Nicaragua ejerza ciudadanía. Repudiamos la acción de violencia contra Chamorro y destacar que la Constitución Política no autoriza allanamientos de noche, como lo han hecho con varias personas detenidas. Quieren aterrorizar para atemorizar a las familias de los detenidos y al pueblo de Nicaragua que exige un cambio”, agregó.