En la Ciudad de México, la vivienda en zonas de riesgo es una realidad que pone en peligro la seguridad de miles de personas. Tal es el caso de la Colonia Mirasoles en Iztapalapa, donde habitantes conviven diariamente con una falla geológica y un socavón que amenazan con causar una desgracia.
El área en cuestión no es apta para la construcción y su origen se remonta a la década de los 80, cuando un constructor vendió terrenos a quienes no sabían del peligro que implicaba construir sobre un terreno inestable. Ahora, las autoridades piden la evacuación de al menos 30 familias, pero muchas se resisten a dejar sus hogares por falta de alternativas y recursos económicos.
El socavón, que apareció en 2020, ha ido creciendo a una velocidad alarmante. Las autoridades indican que se debe a la infiltración de agua debido a las lluvias y al abuso en el uso de recursos hídricos. Las consecuencias de una posible ruptura podrían ser catastróficas para la zona y sus habitantes.
La solución no es fácil, hay que garantizar la seguridad de los habitantes afectados, pero también ofrecerles alternativas de vivienda. El problema se agrava si se tiene en consideración las políticas de vivienda que perpetúan la construcción en zonas de riesgo. Es necesario un cambio en la planificación urbana y nuevas políticas encaminadas a proteger la vida de los ciudadanos.
La situación de la Colonia Mirasoles es un llamado de atención a las autoridades y a la sociedad. Es importante tomar medidas para garantizar la seguridad de la población y evitar tragedias en el futuro.
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