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José Sacristán (Chinchón, Madrid, 83 años) consiguió ser actor pese a que su padre tenía otros planes para él: ser mecánico. Ha desarrollado su extensa carrera tanto en las tablas de teatro como en los rodajes, donde ha prestado vida e inconfundible voz a todo tipo de personajes: desde el soldado republicano de La Vaquilla hasta al abogado al que por las noches le gustaba travestirse de Un hombre llamado flor de otoño.
En el vídeo que acompaña esta noticia, Sacristán confiesa que no se lamenta de haber aceptado ninguno de esos papeles: “Que conste que todas mis participaciones las asumo y ni me arrepiento ni me avergüenzo de ninguna de ellas”. El actor hace un repaso de su trayectoria cinematográfica días antes de recoger en el Festival de San Sebastián el Premio Nacional de Cinematografía, mientras presume de ser consciente “de dónde y de quién viene”.
