A última hora de este jueves la angustia de los familiares de los 99 desaparecidos del derrumbe parcial de un edificio en Surfase, a una calle de Miami Beach (Florida) no encuentra consuelo. Decenas aguardan en un edificio cerca del lugar del suceso noticias sobre el paradero de los suyos. Aún no llegan. Las autoridades no han revelado las identidades de los afectados por la tragedia que ha dejado al menos un muerto y una decena de heridos, pero se sabe que varios son judíos y latinos. El rabino Sholom Lipskar, uno de los organizadores del centro de reunificación familiar, afirma que varios miembros de su sinagoga están inubicables. “Estoy aquí para escuchar [a los familiares], no les puedo decir mucho. El dolor es demasiado grande y la trama muy compleja”, sostiene en el Centro Comunitario de Surfside, el epicentro de la incertidumbre.
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Los vecinos de la localidad de Surfside, con una población de 5.800 habitantes, están estupefactos. Tienen sus ojos fijos en las grúas y tractores que intentan remover los escombros de las 55 viviendas que colapsaron cerca de las dos de la madrugada en el edificio residencial de 12 plantas construido en 1981. Tras el estruendoso ruido de lo que han descrito como algo similar a “un terremoto” o “el impacto de un misil”, por la noche es todo silencio. Solo se escuchan las sirenas de los coches policiales y de bomberos, y el murmullo de los que se reúnen sin tener muy claro porqué a observar el trabajo de los rescatistas bajo una lluvia intensa.
Herlan, un financista de 47 años, afirma que lo que le ha pasado a esas familias le podría haber pasado a cualquiera de los presentes. “Esta es gente de clase media, quizá media alta, pero porque se lo han ganado trabajando”, apunta sobre los vecinos de Surfase, un barrio donde se concentra una de las comunidades de judíos más grandes de Miami. El cubano está a punto de cerrar la compra de un piso en la costa. “Pero ahora me entró miedo”, reconoce, aunque hace hincapié en que el terreno de la isla donde ocurrió el suceso es más propenso a la erosión de la tierra que el Miami continental.