El Ibex se afana en superar la barrera los 8.000 puntos, un muro que en las últimas sesiones se ha vuelto infranqueable. Si complicada parece esta proeza, ni que hablar tiene recuperar los 15.945 puntos que tocó el 8 de noviembre de 2007, su máximo histórico. Superar la crisis financiera y de deuda en la zona euro y sobreponerse a la pandemia y la paralización de la economía no ha sido suficiente para retornar a los récords de hace 15 años. ¿Siempre sube la Bolsa a largo plazo? Desde entonces, el selectivo español retrocede un 50,1%, un 8,6% solo en lo que va de año, un ejercicio en el que el endurecimiento de la política monetaria y los temores de recesión están haciendo mella en el ánimo de los inversores.
La delicada situación que sigue arrastrando el Ibex contrasta con los máximos históricos registrados a comienzos de 2021 por otros índices europeos y estadounidenses. En la primera mitad del pasado ejercicio, el Dax alemán y el Stoxx 600 revalidaron sus récords, una tendencia que imperaba en Wall Street desde mediados de 2020. En los dos últimos ejercicios, lo más cerca que ha estado el Ibex de retornar a los récords fue en febrero de 2020 cuando el selectivo estaba por encima de los 10.000 puntos. Sin embargo, la crisis provocada por la pandemia se llevó por delante la esperanza de que el selectivo escalara a nuevas cotas máximas. De hecho, el Covid y sus consecuencias llevaron al Ibex al borde de los 6.000 puntos el 16 de marzo de ese año. En la primera jornada tras la declaración del estado de alarma, la Bolsa española encajó una caída del 7,88%.
En 15 años la economía española y la composición del índice han cambiado sustancialmente. Cuando el Ibex 35 coqueteaba con los 16.000 puntos, España crecía a un ritmo del 3,6% interanual, frente al 0,2% registrado en el tercer trimestre de 2022. Las cotizadas que componían en índice capitalizaban 651.028 millones, a cierta distancia de los 528.000 millones actuales.
El ránking de firma más valiosa lo lidera Inditex, con una capitalización de 73.553 millones, un dato que es elevado, pero que está lejos de los 100.000 millones que registró por última vez hace 12 meses. A pesar de ser la firma más capitalizada, su peso en el índice es del 10,5%, por debajo de Santander (10,6% y una capitalización de 44.681 millones) e Iberdrola (15,1% y un valor de 63.621 millones). Desde comienzos de año, la firma textil mantiene un pulso con la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán por hacerse con el puesto de empresa más valiosa. Lo que no conseguirá es ser la que más pesa, pues pondera por el 60% de sus acciones, debido a que Amancio Ortega y su hija Marta controlan más del 66%, mientras que Iberdrola y Santander ponderan por el 100% de su capital.
Cellnex, que salió a Bolsa en 2015, ha logrado vía revalorizaciones y ampliaciones de capital, ocupar el sexto puesto (5,22%), por delante de históricos como Telefónica (4,91%), Repsol (4,94%) o Ferrovial (4,1%).
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