Las elecciones de Perú no tendrán un ganador claro hasta el último minuto. La igualdad es máxima. El resultado a pie de urna de Ipsos, publicado este domingo en televisión nada más decretarse el cierre de las urnas, arroja un empate técnico entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo. De acuerdo a esta muestra para la que se ha entrevistado a 30.000 electores, la candidata de Fuerza Popular aventaja en seis puntos porcentuales al maestro rural, 50,3% y 49,7% respectivamente, una distancia tan pequeña que es imposible vislumbrar quién es el verdadero ganador. El margen de error de la encuesta es de 3%, unos números demasiado amplios para un resultado tan ajustado.
Su principal arma ha sido alentar el miedo a una posible llegada de Castillo, que representa, para ella y el establishment peruano que la ha apoyado sin matices, una aventura hacia el comunismo y el estatismo económico. Fujimori, de 46 años, puede ser presidenta en el momento que menos capital político atesora. Sus últimos cinco años de obstrucción en el Congreso maltrataron su imagen. La acusación de un juez contra ella por lavado de dinero tampoco ayuda. Sin embargo, la oposición de una buena parte de la nación a lo que representa Castillo la ha aupado en las encuestas. Antifujimoristas históricos como el escritor Mario Vargas Llosa la han apoyado.
Fujimori, candidata conservadora que se presenta por tercera vez a unas elecciones, recibió los resultados del sondeo en la sede de su partido, en Lima, en la capital, en la ciudad. Pedro Castillo en Tacabamba, en la sierra, en el mundo rural. Dos sitios distintos desde donde observar. Eso se ha notado en los resultados de las regiones, según este sondeo. En los lugares donde ha ganado uno u otro lo ha hecho con holgura. En algún caso rozando el 90% de los votos. A medianoche se conocerán los resultados de otra encuesta de Ipsos, esta vez un conteo rápido en los centros de votación. Una muestra representativa y proporcional, en teoría, que podría revelar casi un resultado definitivo. Su margen de error es del 1%.