Ciudadanos europeos de muy diversos orígenes han representado esta semana a países como Suecia, Francia, Suiza o Malta en las dos semifinales del Festival de Eurovisión —celebradas el martes y el jueves—, mostrando una riqueza cultural quizá algo menos visible en las instituciones de la Unión Europea. Organizadas en la ciudad holandesa de Róterdam, su teatro Ahoy se ha llenado de letras íntimas, llamadas al empoderamiento de la mujer, folclore con un toque tecno, vestuarios que abarcan desde el mono de trabajo a las lentejuelas del music hall, maquillajes y peinados que recuerdan a la televisiva familia Kardashian, humo y llamaradas de estudio, o una buena voz en un decorado minimalista.
Según el presentador holandés Cornald Maas, considerado el mayor conocedor holandés de Eurovisión, la primera semifinal ha dejado canciones de mejor calidad que la segunda, aunque “basta una buena para ganar”. El resultado se sabrá esta noche, pero al escenario del teatro Ahoy ya han subido artistas de los 39 países en liza, cuyas historias muestran la diversidad europea.
Todos los artistas han dado las gracias casi entre sollozos por estar allí, y los 3.500 espectadores admitidos en cada una de las eliminatorias les han premiado con aplausos atronadores. Concluidas las actuaciones, los organizadores han anunciado el orden de aparición de los 26 finalistas esta noche y el primer país en actuar será Chipre. Blas Cantó, el artista español, cantará decimotercero, y San Marino cerrará la gala. España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania pasaron directamente a la final, al ser los mayores contribuyentes de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), así como Países Bajos, en su calidad de vencedor en 2019, cuando se celebró el festival por última vez.
Un ejemplo es Tousin Michael Chiza (Tusse) un sueco de origen congoleño que se ganó por aclamación popular el billete a Eurovisión en su país. De 19 años, llegó sin acompañamiento a Suecia como refugiado cuando tenía 13. Vivió desde los 15 con una familia de acogida y su canción se titula Voices (Voces). Aparte de algunas imágenes poéticas como “fuego en la lluvia”, es un canto a no dejarse vencer por la adversidad y a empezar de nuevo sin olvidar lo que quedó atrás.
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