En México, la recolección de agua es un problema diario para muchas personas. En la localidad de Acapulco, un grupo de mujeres campesinas se ve obligado a pasar hasta siete horas diarias recolectando agua para mantener a sus familias. Esta realidad es el resultado de la falta de infraestructura de agua en la zona y los cambios climáticos que han agravado la situación.
Las mujeres afirman que la falta de agua también ha tenido un impacto en la educación de sus hijos, ya que tienen que faltar a la escuela para ayudar en la recolección de agua. Además, esta tarea es muy pesada y peligrosa, especialmente para las mujeres mayores y las que tienen problemas de salud.
Las campesinas han organizado protestas y manifestaciones para pedir al gobierno que les brinde una solución a largo plazo para este problema. Aunque se han llevado a cabo algunas obras de infraestructura, aún no son suficientes para satisfacer las necesidades de la población.
Por tanto, esta situación requiere una solución inmediata y permanente. La falta de agua afecta no solo la calidad de vida de las personas, sino también su capacidad para prosperar y desarrollarse. El acceso a agua potable es un derecho humano y su falta debería ser tratada como una prioridad para el gobierno y sociedad.
Es importante destacar la valentía y la determinación de estas mujeres campesinas en su lucha por el acceso al agua potable. Su voz debe ser escuchada y sus necesidades atendidas para que esta problemática pueda ser superada de una vez por todas.
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