Frank de Boer hace camino al andar después de que su equipo se estrenara con una victoria ante Ucrania en un vibrante y divertido partido en el Johan Cruyff Arena. El marcador y el juego avalaron la alineación y el dibujo táctico del técnico de la misma manera que sus cambios pusieron en peligro la victoria ante la irritación de la entendida hinchada de los Países Bajos. El protagonista, en cualquier caso, fue el lateral Denzel Dumfries, del PSV Eindhoven. No es un detalle cualquiera si se tiene en cuenta el libro de estilo del impasible De Boer.
Una avioneta sobrevoló el sábado el campo de entrenamiento del equipo en Zeist con una pancarta en la que se leía: “Frank, simplemente 4-3-3”. Frank de Boer no la vio o no le hizo caso e insistió con el 3-5-2. Ya sabe que el puesto de seleccionador siempre generó tremendos debates futbolísticos en los Países Bajos. Tampoco atendió la petición de la afición en Portugal. A De Boer le interesa sobre todo activar a Memphis —prefiere que le llamen Memphis a Depay—, dinamizar el medio campo formado por De Jong-De Roon-Wijnaldum y dar aire a los costados con carrileros como Dumfries.
La organización ofensiva parece funcionar mejor que la defensiva si se atiende a su estreno en la Eurocopa y a la ausencia de De Ligt. Memphis, Dumfries y Wijnaldum dispusieron de tres tiros de gol nada más empezar el partido contra Ucrania de la misma manera que los delanteros de Shevchenko encontraron el campo abierto para llegar hasta la portería de los Países Bajos. El encuentro quedó muy abierto durante un cuarto de hora hasta que se asentó la zaga de Ucrania.
El acierto del portero era tan manifiesto como la falta de pegada de los atacantes de Frank de Boer. Nadie ponía más interés que Dumfries. La cita quedó resumida en el duelo entre el lateral holandés y el meta de Ucrania ante la permisividad del Mykolenko.
Diez debutantes en una Euro en la selección naranja
La selección holandesa ha tardado siete años en volver a una gran competición después de no clasificarse para la Eurocopa de 2016. Lo hizo con una victoria agónica gracias al cabezazo de Dumfries tras dominar el balón: un 63% de posesión para los jugadores de Frank de Boer.