El pasado 23 de septiembre de 2025, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FED) decidió implementar una baja de 25 puntos básicos en las tasas de interés, reduciendo el índice del 4,5% al 4,25%. Esta acción se enmarca en un entorno de inflación moderada, que fluctúa entre el 2,7% y el 2,9%, y un notorio enfriamiento en el mercado laboral de Estados Unidos. Según datos del Bureau of Labor Statistics, el desempleo se estableció en un 4,3% en agosto, con una creación de empleo que alcanzó solo 22,000 nuevos puestos, muy por debajo de las expectativas.
Joan Esteve, director de inversiones de Gesinter y reconocido experto en mercados internacionales, afirmó que se prevé una continuación de las bajadas de tipos, estimando que a finales de año las tasas podrían situarse entre el 3,5% y el 3,75%. Esteve describió la intervención del presidente de la FED, Jerome Powell, tras la decisión, como “mucha prudencia y cautela”, destacando que la reciente reducción de 25 puntos básicos es “totalmente asumible” y no tendría un impacto significativo en la economía.
El analista advirtió que existe suficiente margen para seguir ajustando las tasas sin provocar un recalentamiento de la economía. En relación con el tipo de interés neutral, sugirió que se haya más alineado con el 3,5% que con el 3%, atribuyendo la solidez económica a la cautela necesaria respecto a futuros recortes.
Esteve también lanzó una advertencia sobre las dinámicas políticas que podrían afectar la independencia de la FED. Mencionó presiones evidentes y declaraciones del presidente Donald Trump y su círculo cercano, que buscan influir en las decisiones del banco central, un hecho que podría amenazar la confianza del mercado y de los inversores.
En lo que respecta a la evolución de los precios, Esteve remarcó que la inflación se ve influenciada por factores como los aranceles y la depreciación del dólar. Explicó que aunque estos elementos pueden causar picos de precios en el corto plazo, no necesariamente conllevan un aumento estructural de la inflación.
Para concluir, Esteve expresó que el mensaje de Powell refleja coherencia y prudencia, dejándole el espacio necesario para actuar conforme se vayan presentando nuevos datos económicos. Esta estrategia cuidadosa parece poner la economía estadounidense en una posición de adaptabilidad ante la evolución de diversas variables macroeconómicas, manteniendo un equilibrio entre crecimiento y estabilidad.
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