La figura de Vincenzo Muccioli, fundador de San Patrignano, la mayor comunidad de rehabilitación de toxicodependientes de Europa, y sus cuestionados métodos de desintoxicación sacudieron Italia en los años ochenta, polarizaron la opinión pública y la política y dejaron un poso de confrontación y polémica que aún perdura. El documental que Netflix estrenó en enero, SanPa, pecados de un salvador, recorre el nacimiento, el crecimiento, la fama y el declive del omnipresente Muccioli y de su criatura, ha reabierto viejas heridas y está reproduciendo parte del clima de enfrentamiento que se vivió en la época.
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La controversia estalló con el estreno del documental, cuando la nueva dirección del centro, que sigue activo, se desmarcó de los altercados pasados y de la “versión parcial”, que, según sus palabras, muestra la grabación.
Muccioli fundó en 1978, en pleno boom de la heroína, la comunidad de rehabilitación para toxicodependientes de San Patrignano, que se vendió como la mayor de Europa y que llegó a acoger a más de 2000 huéspedes. Pero cayó estrepitosamente a causa de unos controvertidos métodos de contención, como el uso de cadenas para que los internos no sucumbieran al síndrome de abstinencia; acusaciones recurrentes de secuestro y de tratos degradantes, un reguero de procesos judiciales, varias muertes sospechosas y un homicidio entre los muros del centro modelo que se transformó en la comuna de los horrores.
Ahora la crispación ha llegado a los tribunales. Los hijos de Muccioli han demandado a Netflix por difamación agravada contra su padre por el contenido de la serie, construida con un ingente material de archivo que gira en torno al relato de numerosos protagonistas que vivieron aquellos años, en pleno bum de la heroína, y desgrana las luces y las sombras de la comunidad.
Andrea y Giacomo Muccioli denuncian que la producción, dirigida por Cosima Spender, hace “una reconstrucción distorsionada de la historia de la comunidad y del fundador, descrito como violento, misógino y homosexual”. Los hermanos han rechazado hablar con este diario, ya que la demanda se encuentra en proceso de investigación por la Fiscalía de Rímini, y se han limitado a enviar un comunicado a través de sus abogados. En él critican que la serie aborde el fallecimiento de Muccioli presuntamente a causa del sida, un episodio comentado por los medios en su época y del que hablan varios personajes en el documental. “Estas afirmaciones, indiscreciones, cotilleos, presentados a millones de personas no son ciertos”, alegan. Los hermanos lamentan que se difame “la imagen de una persona desaparecida, un gran padre y un hombre que dedicó su existencia a hacer el bien […] más allá de la legítima opinión sobre su vida y obra”.
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