Vivimos en un mundo tan desarrollado tecnológicamente, que sería fácil suponer que con cada generación, los humanos se vuelven más inteligentes. ¿Pero es así?
Es una pregunta que muchos científicos se han hecho, sobre todo teniendo en cuenta que a lo largo del siglo XX el puntaje promedio en las pruebas de Coeficiente Intelectual (CI) en todo el mundo aumentó significativamente, especialmente en Occidente, alrededor de tres puntos por década.
Ese aumento en los puntajes de CI y la aparente tendencia a que los niveles de inteligencia aumenten con el tiempo se conoce como el efecto Flynn, y han contribuido a las mejoras en la salud y nutrición, a una mejor educación y condiciones de trabajo, junto con el acceso reciente a la tecnología.
En el siglo XIX, por ejemplo, la industrialización creó grandes ciudades superpobladas con malos resultados de salud y muerte prematura. Pero la mejora de la vivienda, la salud y la crianza de los hijos, junto con un mayor acceso a la educación gratuita y la progresión gradual de trabajos manuales a trabajos más exigentes intelectualmente, llevaron a muchos a vivir vidas más largas y saludables.
La investigación en países que no han experimentado un desarrollo postindustrial también respalda la idea de que un mejor acceso a la educación, la vivienda y la nutrición son los principales factores que han llevado a un aumento del coeficiente intelectual. Un estudio de países del África subsahariana, por ejemplo, encontró que el efecto Flynn aún no se ha afianzado allí.
El cociente de inteligencia, o pruebas de CI, son una medida del razonamiento y la capacidad de utilizar la información y la lógica rápidamente. Las pruebas evalúan la memoria a corto y largo plazo a través de acertijos y evalúan la capacidad de una persona para recordar información.
Si bien los resultados de las pruebas de coeficiente intelectual han aumentado durante algún tiempo, las investigaciones que sugieren un “efecto Flynn inverso”, indican que esta tendencia ascendente ahora puede estar desacelerándose.
Un estudio noruego encontró que los hombres nacidos antes de 1975 mostraron el esperado “efecto Flynn” positivo de una ganancia de tres puntos por cada década sucesiva. Pero para los nacidos después de 1975, hubo una disminución constante en el CI. Esto equivale a una diferencia de siete puntos entre generaciones, con un coeficiente intelectual medio que ha caído aproximadamente de 0,2 puntos por año.
Entonces, ¿los humanos se están volviendo más inteligentes? Es difícil de decir. Pero lo que es seguro es que los puntajes de CI más bajos no son necesariamente una señal de que los humanos ahora sean menos inteligentes, sino más bien de que las personas obtienen puntajes más bajos en las pruebas de CI. Y, en este sentido, las posibles razones de una disminución del coeficiente intelectual deben encontrarse en el contexto, uno en el que la visión predominante de las pruebas de coeficiente intelectual ha cambiado.
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