La reforma judicial propuesta por el Primer Ministro Benjamin Netanyahu en Israel ha generado una serie de protestas en todo el país, especialmente por parte de los ciudadanos más seculares y menos religiosos. La principal preocupación es que la reforma amplía la influencia de los ultraortodoxos y los partidos religiosos en la toma de decisiones judiciales, lo que para muchos es un retroceso en la igualdad ante la ley.
Los ultraortodoxos son una minoría en Israel, pero tienen una gran influencia en el gobierno debido al sistema parlamentario y de coalición. La comunidad ultraortodoxa es conocida por su rechazo a la secularidad y su estricta interpretación de las leyes religiosas. Esto ha llevado a una serie de problemas sociales y políticos, incluyendo la exclusión social de las mujeres y la discriminación contra los no religiosos.
La reforma judicial propuesta por Netanyahu ha sido vista como un intento de aplacar a los partidos religiosos y ultraortodoxos, que son una parte importante de su coalición. Sin embargo, muchos ciudadanos seculares y menos religiosos ven esto como un retroceso en los derechos y la igualdad ante la ley. La protesta en contra de la reforma judicial ha sacado a la luz el malestar que existe hacia los ultraortodoxos y su influencia en la política israelí.
Entre las consecuencias más preocupantes de esta reforma judicial se encuentra la posibilidad de que se permitan prácticas religiosas dentro de los tribunales, lo que podría obstaculizar la justicia y la igualdad ante la ley. Además, la reforma podría permitir que los partidos ultraortodoxos y religiosos tengan un mayor poder en la designación de jueces y en la toma de decisiones políticas importantes relacionadas con la religión y la secularidad.
En resumen, la protesta en contra de la reforma judicial en Israel ha sacado a la luz el grave malestar que existe hacia los ultraortodoxos y su influencia en la política israelí. Para muchos ciudadanos, la reforma representa un retroceso en los derechos y la igualdad ante la ley y podría permitir prácticas religiosas dentro de los tribunales, lo que obstaculizaría la justicia. Es importante que el gobierno de Israel escuche las preocupaciones de sus ciudadanos y considere el impacto de la reforma judicial en la democracia israelí.
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