México, una nación que presume de ser rica en cultura, tradiciones y gastronomía, en realidad es un país cruel con los animales. Es lamentable que seamos una nación que se jacta de valores como la solidaridad, la empatía y el respeto a la vida, pero donde los maltratos y abusos hacia los animales son una práctica común en diferentes ámbitos.
Uno de los puntos más preocupantes es la falta de leyes que protejan correctamente a los animales. Aunque existen algunas iniciativas y esfuerzos por parte de las autoridades, lo cierto es que no hay una legislación completa que se encargue de sancionar los maltratos hacia animales, lo que implica impunidad para los agresores y una falta de justicia para las víctimas.
Otro problema es la persistente cultura de la tauromaquia, donde cada año cientos de toros son torturados y asesinados en corridas donde la violencia y el sufrimiento son los principales protagonistas. A pesar de las críticas y manifestaciones contrarias, esta práctica sigue siendo permitida por las autoridades y considerada un “arte y tradición” en muchas partes del país.
Además, el abandono de animales de compañía es una realidad alarmante en muchas ciudades de México. Gatos y perros son dejados a su suerte en las calles, sin tener acceso a alimentos, agua o cuidados médicos. Esto no solo es cruel e inhumano, sino que también representa una amenaza para la salud pública, ya que muchos de estos animales pueden portar enfermedades o ser portadores de plagas.
Frente a esta problemática, es necesario que cada uno de nosotros asuma la responsabilidad de proteger y cuidar a los animales. Desde adoptar un animal de compañía en lugar de comprarlo, hasta denunciar los casos de maltrato y apoyar iniciativas que promuevan un trato digno hacia los animales, debemos unirnos en esta lucha por un México más humano y justo para todos, sin excepción.
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