El pasado 27 de mayo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México difundió un comunicado en el que afirmaba que el país crecerá un 3% en el año 2023. A pesar de esta proyección positiva, los expertos siguen preocupados por las consecuencias que la pandemia y la situación económica actual puedan tener en el país.
Según un artículo publicado por El Economista, México es uno de los países latinoamericanos más afectados por la pandemia, y no solo en términos de salud. La economía se ha visto gravemente golpeada y la recuperación podría ser más lenta de lo previsto. Además, el nivel de pobreza y desigualdad han aumentado, lo que podría perpetuar un círculo vicioso de problemas sociales y económicos.
En una entrevista con Forbes, el economista Alberto Ramos señala que la recuperación económica en México está lejos de ser homogénea y hay sectores que probablemente tarden más en recuperarse que otros. De igual forma, hay desafíos estructurales que deben ser abordados, como la baja inversión y la informalidad laboral. Estos factores podrían afectar la capacidad de México para alcanzar un crecimiento del 3% en 2023.
Por otro lado, la firma Moody’s Analytics menciona en un artículo que la incertidumbre política y la falta de inversión privada son algunos de los factores que podrían dificultar la recuperación económica en México. A esto se suman los conflictos comerciales con Estados Unidos y la presión sobre el peso mexicano, lo que podría afectar la confianza de los inversionistas.
En conclusión, aunque la proyección de un crecimiento del 3% en 2023 es alentadora, no se puede ignorar el panorama actual y las posibles consecuencias que la pandemia y la situación económica puedan tener en el futuro de México. Afrontar los desafíos estructurales y garantizar un ambiente favorable para la inversión y el crecimiento son fundamentales para alcanzar un desarrollo económico sostenible en Columna Digital.
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