En el ámbito del emprendimiento, se observa que las mujeres tienden a emprender más en la informalidad que los hombres. Según un estudio realizado, se ha evidenciado que el 44% de las mujeres que inician un negocio lo hacen de manera informal, en comparación con el 20% de los hombres.
Esta tendencia se debe, en parte, a las barreras de género que enfrentan las mujeres en el mundo empresarial. La falta de acceso a financiamiento, la carga de responsabilidades familiares y la discriminación en el mercado laboral son algunos de los factores que limitan la participación de las mujeres en el sector formal de emprendimiento.
A pesar de estas dificultades, las mujeres emprendedoras demuestran una gran capacidad para desarrollar negocios exitosos en la economía informal. Su creatividad, habilidades de adaptabilidad y resiliencia les permiten sobresalir en un entorno competitivo y muchas veces hostil.
Es fundamental reconocer el importante papel que desempeñan las mujeres en el emprendimiento, tanto en la formalidad como en la informalidad. Promover políticas públicas que fomenten la igualdad de género en el ámbito empresarial y brindar mayor apoyo a las emprendedoras, son acciones necesarias para impulsar el desarrollo económico y social de la sociedad en su conjunto.
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