En Barcelona no se respira estos días ambiente afterwork después del Mobile World Congress. En las ediciones prepandémicas fiestas, banquetes, y generosos caterings en eventos vespertinos de tecnológicas y operadoras llenaban la ciudad de un dinamismo que las empresas suministradoras de comida y eventos celebraban por su magnitud. El restaurante Nuba, que en anteriores ediciones había acogido encuentros de compañías como Samsung, estaba cerrado ayer y el lunes por descanso semanal. “No hemos tenido peticiones de ningún grupo”, explica la directora del local ubicado en Sarrià-Sant Gervasi, Matilde Hernández.
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Uno de los proveedores oficiales de catering del Mobile, Food & Mambo, no ha podido rescatar a ninguno de sus 40 trabajadores del ERTE en el que llevan meses. No han recibido ningún encargo del congreso: “Facturábamos un millón de euros en el Mobile. Este año, cero”. El fundador de la empresa, Oscar Alsina, interpreta que más que por las medidas sanitarias de la comida —afirma que se podría garantizar su seguridad— la falta de trabajo se debe a la ausencia de grandes firmas en el Mobile.
“En los stands y cócteles de compañías como Lenovo o Intel a lo mejor dabas de comer a 200 personas al día y este año no han venido”, afirma Alsina, que opina que las empresas evitan riesgos en tiempos de pandemia y que serán los eventos privados como bodas los primeros que reactivarán su sector. Huawei, que sí está en el Mobile, no ha organizado este año ningún afterwork, detallan fuentes de la compañía.