La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, y la cúpula de la institución trabajan en un plan de 10 medidas para combatir la corrupción que plantea, por ejemplo, más mecanismos de protección para quienes informen de irregularidades dentro de la institución, un nuevo “registro obligatorio de transparencia” de todas las reuniones con países de fuera de la UE o imponer un control de los contactos que tienen los eurodiputados con grupos de presión y organizaciones de países de fuera de la Unión Europea.
Metsola ha prometido este viernes que liderará una serie de reformas para mejorar la transparencia de la Cámara, y los mecanismos de control sobre los “grupos de amistad” de eurodiputados con países ajenos a la UE, que tratan de influir con invitaciones a viajes o a conferencias y que, aunque no vulneran las normas del Europarlamento, sí deberían estar más bajo la lupa, ha dicho Metsola. “Esto no prejuzga a nadie, pero si hay una laguna, quiero cerrarla. Quiero asegurarme de que los interlocutores oficiales con un país son los miembros más veteranos de la comisión correspondiente”, ha dicho la presidenta de la Eurocámara en Bruselas, donde el escándalo del Qatargate ha sobrevolado como una nebulosa sobre la última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del año.
El Qatargate, como se ha conocido el caso que señala a la ya exvicepresidenta de la Eurocámara Eva Kaili (en prisión preventiva y pendiente de declarar) y en el que uno de los acusados ha implicado, además de a Qatar, a Marruecos como otro actor que podría haberse infiltrado en la Cámara, ha agitado las instituciones comunitarias. Estas están tratando de sacudirse unas sospechas que pueden no solo dañar al Parlamento, de donde procede el escándalo, sino a toda la burbuja europea y servir a los autócratas que buscan desprestigiar a las instituciones y sus valores. “Lideraré este esfuerzo personalmente y con consultas amplias dentro y fuera del Parlamento”, ha prometido Metsola, que ha esbozado algunas pinceladas de las medidas que prepara. Hay que “reconstruir la confianza” en el organismo y enviar un mensaje “potente” a quien intenta socavarla, ha insistido la política maltesa, miembro del Partido Popular Europeo (PPE).
La presidencia de la Eurocámara ha solicitado también una revisión completa de “lo que se ha votado y trabajado”, dijo Metsola. “Vamos a investigar todo. Investigaremos cualquier presión indebida y cualquier influencia indebida que veamos que ocurre”. Por ejemplo, el Parlamento votó en diciembre en el Comité de Asuntos Interiores una resolución sobre la eliminación de visados para los ciudadanos procedentes de Qatar. Debería haberse votado esta semana en el pleno de la Eurocámara, pero se ha suspendido tras los arrestos llevados a cabo por la policía belga.
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