“Cuando llevamos este uniforme, sentimos el espíritu del Ejército Rojo, no nos dan miedo las dificultades”, proclama Guo Guanghua, de 71 años. Como el resto de la banda de música que dirige, formada íntegramente por jubilados entre los 56 y los 81 años, luce con orgullo el uniforme azul, de estrella roja en la gorra, de las fuerzas fundadas por Mao Zedong y sus compañeros y que acabarían derrotando a los nacionalistas de Chiang Kai-shek en 1949. Alineados en formación, esta cincuentena de pensionistas interpreta con bravura algunas de las piezas musicales más populares de la era maoísta en la calle más turística de Zunyi, una localidad en el sur de famosa por su papel en la historia del Partido Comunista de China (PCCh).
Este año, el Partido, la institución más poderosa de China, por encima del Estado, celebra su primer centenario. Con la pandemia de covid casi superada dentro de sus fronteras, y en una era de mayor asertividad nacional y confrontación con Estados Unidos, el presidente chino, Xi Jinping, ha lanzado una campaña para que los ciudadanos chinos estudien la historia de la formación y visiten los lugares más relacionados con ella.
“Nuestras canciones le encantan a la gente. Muchos jóvenes se paran a escucharnos, y se unen para hacernos coro. Las canciones les conmueven”, asegura Guo, peinada con trenzas al estilo revolucionario. Su siguiente pieza es El Este es Rojo, la canción más emblemática de aquella era. Un murmullo de reconocimiento surge entre los espectadores; alguno se anima a tararearla, con gesto de devoción.
Entre los lugares de peregrinación se encuentra Zunyi, una localidad de seis millones de habitantes en las montañas de la provincia de Guizhou. En una conferencia celebrada aquí en 1935, durante la Larga Marcha de las tropas comunistas, Mao Zedong terminó de consolidar su liderazgo del Partido sobre otros dirigentes rivales que disputaban su estrategia y separó decisivamente al PCCh de las directrices de Moscú, según la versión que cuentan los historiadores oficiales.
Sea por interés genuino, conveniencia política o falta de alternativas de viaje cuando otros países aún intentan derrotar al coronavirus, sus compatriotas han respondido con fervor al llamamiento: solo durante la semana de vacaciones de mayo, las reservas relacionadas con el llamado turismo rojo aumentaron un 375% con respecto al mismo periodo de 2019, según el portal Ctrip. Esta agencia de viajes virtual ha diseñado un centenar de rutas que espera que contraten cerca de 50 millones de personas.