En un interesante proyecto de arte olfativo, se busca diluir las fronteras entre las dos Coreas a través del sentido del olfato. La propuesta es crear fragancias que capturen la esencia de la hierba en Pyongyang, con el objetivo de estimular la imaginación y generar una conexión emocional entre las personas de ambos lados de la división.
La idea principal detrás de este proyecto es explorar cómo los olores pueden evocar recuerdos, emociones y sensaciones que trascienden las barreras físicas y políticas. A través de la creación de fragancias que evocan la naturaleza y la vida cotidiana en Pyongyang, se pretende abrir un espacio para la reflexión y el diálogo entre las personas que viven en contextos geopolíticos opuestos.
Este enfoque innovador busca romper con las narrativas tradicionales de conflicto y división, invitando a un acercamiento más humano y empático. Al centrarse en el sentido del olfato, se busca crear una experiencia sensorial que permita a las personas conectarse de manera más profunda y significativa, a pesar de las diferencias ideológicas y culturales que puedan existir entre ellas.
En resumen, el arte olfativo para diluir las fronteras de las dos Coreas es un proyecto creativo que busca abrir nuevas posibilidades de diálogo y entendimiento entre comunidades que históricamente han estado separadas. A través de la exploración de los olores y las emociones que estos evocan, se busca construir puentes de conexión y empatía que trasciendan las barreras físicas y simbólicas que dividen a las dos Coreas.
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