Durante mucho tiempo, los productores de jamón en un pequeño pueblo de Galicia jugaron un papel crucial en la fijación del precio mundial de una planta conocida como cornezuelo, la cual es precursora del LSD. Aunque pueda parecer sorprendente, esta curiosa relación entre el mundo del jamón y las substancias psicodélicas ha dejado una huella en la historia de la región.
El cornezuelo, también conocido como Claviceps purpurea, es un hongo que puede crecer en algunos cereales, principalmente en la cebada. A partir de este hongo, se obtiene una substancia llamada ácido lisérgico, el cual es un precursor esencial para la síntesis de LSD.
En este pueblo gallego, los jamoneros eran expertos en reconocer el cornezuelo en la cebada durante la producción del jamón. Esto se debe a que el hongo también puede crecer en los granos de cereal utilizados para alimentar a los cerdos. Si los animales consumían cebada contaminada con cornezuelo, aparecían síntomas como ergotismo, una enfermedad que afecta al sistema nervioso y que incluye alucinaciones.
El conocimiento de los jamoneros sobre la presencia del cornezuelo en la cebada les permitía determinar la calidad del cereal y, en última instancia, influir en el precio mundial del ácido lisérgico. Estos expertos eran consultados por empresas farmacéuticas y laboratorios especializados en la síntesis de LSD, quienes dependían de la materia prima para la producción de esta substancia ilícita.
A pesar de la ilegalidad y peligrosidad del LSD, la presencia del cornezuelo en la cebada utilizada para alimentar a los cerdos no representaba un problema para la salud pública, ya que el hongo es eliminado durante el procesamiento del cereal. Sin embargo, el vinculo entre el mundo del jamón y los laboratorios clandestinos no puede ser ignorado.
Es importante resaltar que este artículo se basa en hechos históricos y no pretende justificar ni glorificar el consumo o producción de drogas. La intención es simplemente destacar un aspecto curioso y poco conocido de la relación entre la producción de jamón y las sustancias psicodélicas.
En conclusión, en un pequeño pueblo gallego, los jamoneros tenían un rol inesperado en la fijación del precio mundial del ácido lisérgico, a través de su experiencia en reconocer el cornezuelo en la cebada utilizada para alimentar a los cerdos. Aunque esta conexión entre el mundo del jamón y las drogas pueda parecer sorprendente, es un hecho histórico que merece ser destacado por su singularidad.
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