Insomniac ya había demostrado en 2016 lo que un Ratchet & Clank moderno podría llegar a ser con el reboot de la franquicia, una aventura llena de acción y plataformeo con visuales dignos de Pixar, además de una historia con mucho corazón apta para chicos y grandes.
Además se nota toda la experiencia que ha ganado el estudio con los juegos de Spider-Man que se traduce en grandes secuencias cinemáticas de acción que nunca dejan de estar conectadas con el gameplay y muy buenas actuaciones.
Rift Apart no se queda atrás en lo absoluto, al contrario, en sus alrededor de 15 horas de juego, recrea y mejora la fórmula básica de la saga, pero da un paso hacia el futuro del diseño de los videojuegos con todas las posibilidades que se han abierto gracias a la arquitectura de la PS5.
La trama de Rift Apart es sencilla, lo complicado son sus implicaciones. Mientras festejan su triunfo sobre el Dr. Nefarious, Clank regala a Ratchet el Dimensionator, un artefacto que permite abrir portales entre dimensiones, para que nuestro lombax favorito pueda buscar a más de su especie. Por supuesto que Nefarious, cansado de ser un perdedor, arruina la fiesta y se adueña del dispositivo para viajar a una dimensión en donde él siempre gana.