Popayán, capital del Cauca colombiano, es de tarde, por la ventana de la alcaldía se ven las llamas en una oficina. La foto hace parte de un grito de auxilio que hace el alcalde de la ciudad, Juan Carlos López, a través de un trino: “Este no es el camino. Al interior de esa oficina trabajan funcionarios de la alcaldía que tienen familia y también merecen que se respeten sus derechos humanos. El diálogo es el único camino”. Dicen los consultados que el caos fue creado por cocaleros, “algunos que vienen de otras partes” y jóvenes anarquistas.
Popayán, unas horas después, una joven de 17 años denuncia vía Facebook: “Les tocó cogerme entre 4 no Hijueputas?? … en ningún momento me ven tirando piedras, no iba con ellos, me dirigía hacia la casa de un amigo … cuando menos pensé estaban encima, ni siquiera corrí porque era peor, lo único que hice fue esconderme detrás de un muro, y solo porque estaba grabando me cogieron, en medio de eso me bajaron el pantalón y me manosearon hasta el alma… Pero casi les da un mal cuando me revisaron los documentos y se dieron cuenta que soy hija de un policía…”
La joven se habría suicidado al llegar a su casa, en donde vivía. Unos dicen que con su abuela. Otros que era muy revolucionaria. Las versiones se contradicen. Pero sí era una menor. Las autoridades han dicho que están investigando el hecho. En el vídeo aparecen los cuatro hombres, repartiéndose sus extremidades para arrastrarla a pesar su resistencia.
Cali, jueves desde las primeras horas de la mañana. Las redes se llenaron de vídeos de cerdos robados, invasión de fincas en el sector de Guachené, tiroteos, barricadas, todo resultó falso. En cambio, las imágenes de la violencia armada en Pance cuando atacaron a la minga indígena sí eran verídicas.
Ese día, en otro sitio, policías vestidos de civil dispararon contra manifestantes en un bloqueo, el que grababa decía, antes de que se bajarán, “ojo, ojo, aquí viene un camión, se van a bajar, son policías de civil. ¿Ya sabía? ¿Por qué? ¿Es la misma policía la que graba o está infiltrada? ¿Eran policías realmente? ¿Narcos? ¿O esos que sí sabemos que se han estado armando en el mercado negro de poblaciones del Valle?
En otro lugar de Cali, voceros de la protesta estaban sentados con el Gobierno en busca de una solución, en un primer diálogo, cuando a los jóvenes allí presentes les habría llegado una información según la cual a otros compañeros los estarían desalojando a la fuerza de la vía Panamericana. ¿Quién les informó? ¿Era cierto? La orden de desalojar la Panamericana estaba dada. La fuerza pública dice que no fue en simultánea. El diálogo se rompió. Los jóvenes con sus rostros tapados se retiraron en gritos, insultando a los interlocutores de turno.
Mientras algunos venden la idea de que los bloqueos son imaginarios, el bloqueo que impedía la llegada de insumos para potabilizar el agua era real, pero hubo exageración oficial: se solucionó, las caravanas de tractomulas hacen el acompañamiento en las vías. En este caso unas verdades a medias que crean pánico. En cambio, es cierta la dificultad para que los tanques el oxígeno atraviesen los cerca de cien bloqueos que quedan en las vías de Colombia. Y no se sabe en cada caso quién los hace, cuál es el origen de cada uno.
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