A partir de abril de 2024, los turistas provenientes de la Unión Europea que deseen visitar el Reino Unido deberán obtiener un permiso electrónico de entrada, siguiendo la implementación de un nuevo sistema que se inscribe en el contexto de los cambios que han ocurrido tras el Brexit. Esta medida tiene como objetivo gestionar el flujo de visitantes y garantizar un control más riguroso en las fronteras del país.
El permiso, que se conoce como ETA (Electronic Travel Authorization), no solo se aplicará a los ciudadanos de la UE, sino que también afectará a quienes viajen desde otros países no comunitarios como Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Este enfoque unificado busca facilitar la entrada a visitantes extranjeros mientras se refuerzan las medidas de seguridad nacional.
El proceso para solicitar el ETA promete ser sencillo y rápido, realizado a través de una plataforma en línea. Los solicitantes deberán proporcionar información personal básica, detalles de su pasaporte y responder una serie de preguntas relacionadas con su salud y antecedentes penales. Esta reducción de la burocracia en comparación con un visado tradicional podría hacer que el Reino Unido siga siendo un destino atractivo para turistas europeos y de otras regiones.
Las autoridades británicas esperan que esta medida no solo beneficie el control migratorio, sino que también impulse el turismo, al ofrecer un método más eficiente para la entrada al país. Sin embargo, algunos críticos advierten que esta nueva exigencia podría limitar el acceso de turistas espontáneos o aquellos que no estén familiarizados con la tecnología necesaria para solicitar el permiso.
En resumen, la introducción del ETA marca una nueva era en la política de inmigración del Reino Unido y refleja un cambio significativo en la manera en que se gestionan las fronteras del país. A medida que el mundo continúa adaptándose a la post-pandemia y a las nuevas dinámicas globales, el Reino Unido se posiciona para equilibrar la seguridad con la hospitalidad, atrayendo a visitantes mientras se asegura de mantener el orden en sus fronteras. Esta evolución promete generar un impacto notable en las tendencias de viaje hacia uno de los destinos más emblemáticos de Europa.
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