Si bien aún no hay resultado oficial, todo apunta a que Pedro Castillo asumiría la presidencia el 28 de julio.
Se daría, pues, el extraordinario simbolismo de tener como jefe de Estado a un hombre de los Andes. De origen humilde y que ha salido adelante enfrentando la pobreza y la adversidad. El triunfo de Pedro Castillo en las elecciones presidenciales peruanas es casi un hecho.
Mientras los resultados finales parecen ser claros, el fujimorismo no se resigna y busca diferir la proclamación de Castillo.
Fujimori ha puesto a operar, para ello, a muy costosos despachos de abogados limeños en procura de la nulidad de 200,000 votos en 800 mesas de votación.
La norma legal es restrictiva y exigente en cuanto a esos recursos; además, los hechos alegados difícilmente producirán ese resultado, pero si dilatarán la proclamación oficial por la incapacidad crónica de una candidata a reconocer los resultados electorales.