Sabores frescos del huerto local

Ubicado en el encantador Pueblo Mágico de Valle de Bravo, un restaurante destaca por su enfoque en la frescura y la sostenibilidad: Solar. Este espacio culinario no solo ofrece una experiencia gastronómica singular, sino que también resalta su compromiso con los productores locales al llevar los sabores de su propio huerto a la mesa de los comensales.

Cada platillo de Solar se elabora con ingredientes cosechados recientemente, haciendo que su menú cambie periódicamente para reflejar lo que se produce localmente, sin el uso de fertilizantes ni químicos. Este enfoque brinda a los visitantes la oportunidad de disfrutar de propuestas especiales que dependen directamente de la cosecha semanal. La filosofía “farm to table” (de la granja a la mesa), ideada por el chef Steve Bell, originario de Filadelfia, crea una experiencia culinaria que no se encuentra en muchos otros lugares.

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El restaurante se extiende por más de 5,000 metros cuadrados de jardín, donde se encuentra un huerto, invernadero y áreas de juego para niños, lo que lo convierte en un destino ideal para toda la familia. Su ambientación fuera de lo común, junto a un servicio atento y un menú variado, garantiza que cada visita sea memorable.

Entre las delicias imperdibles, figura el pan de dulce, recién horneado, que destaca por su toque casero que a muchos les resulta irrestible. Durante una reciente visita, los comensales pudieron disfrutar de una variedad de opciones en el desayuno, desde el popular latte de pumpkin spice hasta los pancakes con calabaza, pasando por el Croque Madame y el English Muffin. La experiencia se complementa con huevos israelíes y una variedad de toast elaborados con pan de la casa.

Otra atractiva oferta son los jugos frescos, tés, malteadas, y bebidas de leche provenientes de vacas de libre pastoreo. Además, sus cócteles están decorados con flores del propio huerto. La colaboración con productores locales, como el Rancho La Pausa y Tierra de Todos, asegura que cada visita no solo beneficie a los comensales, sino también a la comunidad.

Este restaurante se presenta como una parada obligatoria para quienes buscan disfrutar de una experiencia gastronómica auténtica en Valle de Bravo, mística tanto por su gastronomía como por su entorno natural. Un lugar que, sin duda, merece la pena visitar repetidamente.

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