En las ciudades de Mexicali y Tijuana, se ha detectado un preocupante incremento en el uso de xilazina, un sedante utilizado comúnmente en animales, que está siendo adulterado en drogas como la heroína y el fentanilo. Esta práctica está generando graves problemáticas de salud pública en la región.
La xilazina, al ser un medicamento veterinario, no está destinada para el consumo humano y su inclusión en drogas ilegales puede tener consecuencias devastadoras. Los consumidores de estas drogas adulteradas se exponen a riesgos desconocidos para su salud, ya que la dosificación y pureza de la xilazina puede ser altamente variable.
Las autoridades locales y organizaciones de salud están trabajando arduamente para abordar esta problemática, advirtiendo a la población sobre los peligros asociados con el consumo de drogas adulteradas con xilazina. Es necesaria una mayor concienciación pública y medidas de prevención para combatir este problema que está afectando a la comunidad.
Es fundamental que se implementen políticas y acciones que permitan controlar la distribución y venta de estas drogas adulteradas, así como brindar apoyo y tratamiento a aquellos que se ven afectados por su consumo. La xilazina no solo representa un riesgo para la salud de los consumidores, sino que también contribuye a la problemática más amplia de las adicciones en la región.
En conclusión, el uso de xilazina en drogas ilegales en Mexicali y Tijuana es un grave problema que requiere atención inmediata y acciones coordinadas por parte de las autoridades y la comunidad en general. La salud y seguridad de la población deben ser prioritarias para evitar mayores consecuencias derivadas de esta práctica peligrosa.
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