Al menos una treintena de efectivos ha reanudado este miércoles a primera hora la búsqueda de la niña de 10 años que ayer desapareció en el pantano de San Juan, en Madrid, cuando se encontraba en una embarcación con su familia. El oficial de bomberos de la Comunidad de Madrid, Roberto Prieto, que participa en el dispositivo, ha explicado que la “falta de visibilidad” en el agua, la existencia de corrientes y la profundidad a la que están buscando, de entre 15 y 20 metros, aumentan la complejidad de la operación. Una fuente de emergencias añade que el hecho de que no se sepa el punto exacto en el que cayó la pequeña también dificulta la búsqueda.
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La búsqueda se centra en una superficie acotada con boyas naranjas y amarillas en la que la familia cree que pudo caer la pequeña, a unos 50 metros del embarcadero de la urbanización donde vive la familia de la niña. Un barco de la Guardia Civil y dos zodiacs de la Cruz Roja operan en este área. En la pequeña playa hay levantadas dos carpas ―una de protección civil y otra de los Bomberos― y dos sombrillas que sirven como base de operaciones y para protegen al equipo de búsqueda del intenso sol de este miércoles.
La urbanización donde está la casa familiar, Ciudad San Ramón, está al lado de Pelayos de la Presa y junto a otra colonia, la de Veracruz. Es un área de árboles altos, salpicados de chalés que cuentan con piscinas muchos de ellos. Ciudad San Ramón tiene dos entradas y seguridad privada. En una de las puertas de acceso, una decena de banderas homenajean, según se lee en un letretro, a las nacionalidades que han pertenecido los vecinos de la urbanización, entre ellos hay españoles, daneses, estadounidenses, venezolanos y argentinos. Es habitual que muchos de los residentes de esta colonia posean también una pequeña lancha o velero con el que navegan por el pantano.
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Los participantes en el operativo no han especificado el tipo de embarcación en el que iba la familia, ni cuántas personas había en ella, pero sí que viajaban en ella otros menores. En el embarcadero privado de la urbanización había en la mañana de este miércoles medio centenar de lanchas y una hilera de unos 15 pequeños veleros. Desde el embarcadero sale y entra cada cierto tiempo un barco del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS). Junto a él, trabajan otras dos zodiacs de la Cruz Roja que permanecen fijos en el punto del embalse en el que se perdió el rastro de la niña.
En paralelo, agentes forestales peinan las inmediaciones del pantano y un helicóptero sobrevuela la zona. Los Bomberos regionales han sido los primeros en reactivar la búsqueda a las siete de la mañana con cinco drones manejados por dos pilotos.
Los familiares no la vieron caer
Era media tarde cuando la familia decidió este lunes volver en su embarcación a su casa en la urbanización Ciudad San Ramón. A las seis y media de la tarde una llamada de la tía de la pequeña al servicio de Emergencias alertó de que había desaparecido una niña de 10 años. Pero sus familiares no la vieron caer, por lo que es difícil concretar en qué lugar cayó al agua. Algunas fuentes apuntan a que la pequeña iba en una plataforma en la parte trasera.
Los psicólogos del Summa atienden desde ayer por la tarde a los allegados de la niña