La mañana del 22 de abril de 2020, la soldada Vanessa Guillén, de 20 años, desapareció. Había sido acosada durante meses en la base de Fort Hood (Texas, Estados Unidos), ante los ojos de sus compañeros de unidad y sin que nadie tomase medidas. Su historia trascendió cuando su cuerpo, descuartizado por otro soldado, apareció dos meses después cerca de la base.
Ha tenido que pasar más de un año para que el Ejército haya considerado probado el acoso, aunque no por parte del hombre que la mató. Ahora da nombre a una ley que busca cambiar el modo en el que se trata la violencia sexual en el Ejército. En el vídeo adjunto, Gloria Guillén, su madre, recuerda todo lo que ocurrió desde que su hija entró en la base militar Fort Hood en 2018 hasta su muerte, apenas dos años después.