La recién instalada Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por el chavismo, –fruto de unas elecciones que no fueron reconocidas por la mayoría de la comunidad internacional—ha pactado un nuevo Consejo Nacional Electoral, integrado de forma equilibrada y con presencia de reconocidas figuras y activistas civiles de la oposición. Después de pasar años negando la crisis humanitaria, el Gobierno de Nicolás Maduro ha permitido a funcionarios de Naciones Unidas ingresar a Venezuela con el Programa Mundial de Alimentos, tal y como se lo estaba pidiendo la oposición y la sociedad civil hace al menos seis años. El fiscal general, Tarek William Saab, ha reconocido hace muy poco que el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, el concejal Fernando Albán y el estudiante Juan Pablo Pernalete fueron asesinados por funcionarios chavistas, muchos de los cuales ya están siendo judicializados. Con ello contradijo las versiones oficiales vigentes sobre estos crímenes. En definitiva, la dirigencia bolivariana ha hecho en las últimas semanas diversas concesiones con las que pretender retomar conexiones con la comunidad internacional y la sociedad venezolana en medio del dramático contexto económico y social del país.
Las actuales concesiones de Maduro, sin embargo, no están inscritas en un acuerdo con la oposición. Salvo en el caso del nuevo Consejo Nacional Electoral –adelantado con una facción que rivaliza con Juan Guaidó-, los ajustes hechos por Miraflores parecen ser mensajes con destinatarios internacionales. Muy especialmente, Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU. En este contexto, comienza a hablarse de nuevo sobre la posibilidad de una mediación del Gobierno de Noruega para una negociación.
Más información
“No tiene que ser este, necesariamente, un proceso de negociación articulado o tutelado”, afirma el jurista y analista político Juan Manuel Rafalli, quien opina que esta gestión la adelanta el chavismo por su cuenta. “Me parece que son maniobras aisladas y con distintos actores. La situación es grave; hay descontento en la población por el retardo en la llegada de las vacunas. Los combates contra irregulares colombianos en la frontera han generado molestia y pesar en las Fuerzas Armadas”.
“Estos son retrocesos tácticos de Maduro y Jorge Rodríguez”, opina el historiador y articulista Pedro Benítez. “Ellos dos están bastante conscientes de sus debilidades y problemas. Son movidas hechas, no porque se quiera, sino obligados por las circunstancias”. Hace poco, una delegación de diputados encabezada por Jorge Rodríguez, ahora presidente del Legislativo que domina el chavismo, había intentado, sin éxito, restaurar vínculos orgánicos con la Unión Interparlamentaria Mundial en Ginebra.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.