El 17 de junio de 2025, entró en vigor una importante modificación a la legislación laboral en México conocida como la Ley Silla. Este nuevo marco legal establece el derecho al descanso durante la jornada laboral, permitiendo a los trabajadores laborar en condiciones más humanas y saludables. Uno de los aspectos más destacados de esta ley es la obligación para los empleadores de proporcionar asientos cómodos con respaldo a aquellos empleados que desempeñan sus labores en posiciones de pie.
Esta reforma, que afecta principalmente a los sectores de servicios, comercio y actividades análogas, introduce restricciones significativas para los empleadores. Estos no pueden obligar a sus trabajadores a estar de pie durante toda su jornada laboral, garantizando así tiempos de reposo regular en un entorno adecuado. Sin embargo, en la industria, la aplicación de la ley dependerá de la naturaleza de las tareas realizadas.
Las empresas tienen un periodo de gracia de 180 días, iniciando desde la implementación de la ley, para adaptar sus políticas internas y asegurarse de que los empleados tengan acceso a estos asientos. Es fundamental que, a más tardar el 14 de diciembre de 2025, se hayan registrado adecuaciones en los reglamentos internos que especifiquen el uso de las sillas y la frecuencia de los descansos. A partir de esa fecha, los derechos y obligaciones establecidos en la Ley Silla serán de carácter exigible, lo que significa que las empresas deben cumplir con estas nuevas regulaciones.
A pesar de que aún queda tiempo para que las empresas adecuen sus políticas, la firma EY México aclara que desde el momento de la entrada en vigor, tanto el derecho al descanso de los trabajadores como la obligación de contar con sillas son ya una realidad, aunque la fase de sancionabilidad inicia después del periodo de adecuación. Esto indica que la obligación no se hará efectiva hasta el cumplimiento del plazo establecido.
Un punto crucial dentro de este contexto es la interpretación legal que permite a los empleadores extender la implementación de estas normas hasta que se emitan las directrices específicas por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). Esta situación da lugar a un debate sobre cuándo exactamente comenzará a aplicarse la ley en toda su extensión.
La diputada Patricia Mercado, quien lideró la iniciativa, ha destacado la relevancia de comenzar con inspecciones para asegurar que las sillas estén disponibles en los centros laborales, como parte del cumplimiento inmediato de la ley. Mercado ha subrayado que, aunque las empresas tienen un tiempo para ajustar sus normativas, el derecho a un descanso adecuado ya es un hecho que debe ser respetado.
Con esta legislación, se espera que los trabajadores puedan desempeñar sus funciones en mejores condiciones, lo que no solo beneficiará su salud física, sino que también promoverá un ambiente laboral más equitativo y justo. A medida que se acerca la fecha límite para la adecuación de políticas, todos los actores involucrados—empleadores, empleados y autoridades—tendrán la oportunidad de trabajar juntos hacia la implementación efectiva de la Ley Silla.
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