El sector inmobiliario está experimentando uno de los aumentos de precios más significativos de su historia reciente, fenómeno que se refleja en el UBS Global Real Estate Bubble Index 2025. Este informe analiza las fluctuaciones en los precios de vivienda en 21 de las principales ciudades del mundo, donde Miami, Tokio y Zúrich emergen como los núcleos con mayor riesgo de burbuja inmobiliaria. En particular, Dubái y Madrid han sido destacados por registrar aumentos notables en sus niveles de riesgo comparados con ediciones anteriores del estudio.
A pesar de que los precios globales de la vivienda han mostrado estabilidad en el último año en términos ajustados por inflación, la asequibilidad sigue siendo un factor limitante para la demanda de propiedades. La lista de ciudades analizadas incluye metrópolis como Los Ángeles, Ginebra, Ámsterdam, Singapur, y São Paulo, entre otras.
Miami se posiciona como la ciudad con el mayor riesgo de burbuja inmobiliaria, con un puntaje de 1.73 que supera el umbral crítico de 1.5. Se destaca que la metrópoli ha experimentado el incremento más significativo en sus precios en los últimos 15 años, aunque ha comenzado a desacelerarse en el último año debido a un aumento en los inventarios y a los elevados costos de mantenimiento y seguros. En este periodo, los precios han aumentado casi un 50% en los últimos cinco años, lo que ha intensificado las preocupaciones sobre su sostenibilidad.
Tokio y Zúrich siguen de cerca a Miami en el ranking. Tokio, con un puntaje de 1.59, ha visto un aumento del 35% en los precios de la vivienda en los últimos cinco años, contrastando notablemente con los modestos incrementos en rentas e ingresos. Este fenómeno puede atribuírsele a una política monetaria laxa y a la llegada de capital extranjero, aunque los cambios demográficos podrían limitar futuros incrementos. Por su parte, Zúrich, con un puntaje de 1.55, también ha sido testigo de un aumento vertiginoso en los precios de vivienda, que han crecido cerca de un 60%, mientras que los ingresos lo hacen a un ritmo mucho más lento.
Ante este panorama, diversas ciudades han implementado medidas regulatorias con el fin de moderar el mercado inmobiliario, incluyendo impuestos adicionales y limitaciones en la compra de propiedades por parte de extranjeros. Ciudades como Vancouver, Sídney, Ámsterdam, y Nueva York son ejemplos de estas intervenciones.
El concepto de riesgo de burbuja inmobiliaria se refiere a situaciones en las que los precios de las viviendas se desvían de los fundamentos económicos, impulsadas principalmente por la especulación y factores ajenos a los ingresos y la capacidad de pago de los compradores. Este desequilibrio puede llevar a caídas significativas en los precios si no se aborda adecuadamente.
El índice en cuestión se construye mediante un promedio ponderado de cinco subíndices estandarizados, que evalúan aspectos como la relación entre hipotecas y PIB, así como la discrepancia entre los precios de la ciudad y los del país en general. Las categorías de riesgo se definen con puntuaciones específicas, variando desde categorías bajas (menos de 0.5) hasta categorías altas (más de 1.5).
Este informe señala que, a pesar del enfriamiento general en los mercados inmobiliarios globales, existen riesgos significativos que continúan latentes en varias ciudades. Factores como la asequibilidad, las políticas regulatorias y las decisiones de los bancos centrales jugarán un papel crucial en la estabilidad de precios en los años venideros.
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