En los días fríos y lluviosos, pocos placeres se comparan con el deleite de un buen caldo. En el contexto de la rica tradición gastronómica sonorense, la gallina pinta se erige como uno de los platillos más representativos. Este guiso, que combina frijoles, maíz y carne de res, se cocina a fuego lento, creando un sabor profundo y envolvente que reconforta el corazón y el alma.
¿Qué es la gallina pinta?
Contrario a lo que su nombre sugiere, esta preparación no contiene gallina. Se trata de un caldo típico de Sonora que destaca por su mezcla de carne de res —que puede ser chambarete, costilla o pecho—, acompañado de frijoles pintos y el singular maíz cacahuazintle, conocido por su uso en la elaboración de pozole. El apelativo “gallina pinta” proviene de la bella combinación cromática que resulta al servir juntos el maíz y los frijoles, creando así una presentación visualmente atractiva.
La elaboración de la gallina pinta requiere seguir varios pasos, pero no hay motivo de preocupación, ya que la receta se describe con claridad y detalle.
Pasos para preparar la gallina pinta
Cocción de la carne: En una olla grande, coloca la carne junto con suficiente agua y deja hervir. Es esencial retirar la espuma que se forma durante el proceso para asegurar un caldo limpio.
Adición de frijoles y verduras: Una vez la carne esté en ebullición, añade los frijoles junto con cebolla y dientes de ajo. Permite que todo cocine a fuego lento durante aproximadamente una hora.
Incorporación del maíz: Enjuaga el maíz cacahuazintle y agrégalo a la olla. Si deseas intensificar el sabor, puedes incluir ramas de cilantro y chiltepines secos. Cocina todo a fuego lento hasta que el maíz reviente, liberando sus sabores.
Sazonado: Finalmente, prueba el caldo y ajusta la sazón con sal y pimienta al gusto.
Cómo servir la gallina pinta
El resultado final es un caldo espeso y sumamente sabroso que se puede presentar como plato fuerte. Para un toque adicional, es ideal acompañarlo de arroz blanco, tortillas de harina recién hechas y un poco de chile chiltepín machacado, sobre todo para quienes gustan del picante.
En definitiva, la gallina pinta no solo representa un platillo, sino una tradición que evoca la calidez del hogar y la riqueza cultural de Sonora, convirtiéndose en una delicia que invita a acercarse a la mesa y disfrutar de la compañía y el buen comer.
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