El Tribunal Constitucional de Polonia dirime desde este martes una consulta del Gobierno de Mateusz Morawiecki que amenaza, según la Comisión Europea, con socavar los cimientos jurídicos de la UE. El primer ministro polaco ha pedido a la máxima autoridad judicial de su país que verifique la compatibilidad de varios reglamentos comunitarios con el orden constitucional y la obligación de los tribunales nacionales de acatar las sentencias del Tribunal de Justicia europeo.
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Bruselas teme que Polonia incurra en desacato hacia la máxima corte europea si el fallo del Constitucional, previsto para este martes, pero aplazado al jueves, avala las tesis del Gobierno de Morawiecki sobre la primacía del derecho polaco sobre el europeo. La revuelta polaca ha aprovechado el precedente de una reciente sentencia del Constitucional alemán, que el año pasado se permitió desmarcarse de un veredicto del Tribunal europeo favorable a las compras de deudas del BCE. El fallo de Karlsruhe, sede del Constitucional alemán, desencadenó un choque frontal entre la poderosa corte alemana y la europea.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reaccionó airada a la decisión del Constitucional alemán de cuestionar la primacía de la justicia europea. Pero tardó más de un año en iniciar un proceso de infracción contra Alemania. Y en ese tiempo, la sentencia alemana ha desencadenado el efecto dominó que se temía, con Polonia como primer país en zarandear la estructura jurídica de la UE siguiendo el ejemplo de Karlsruhe.