El 4 de julio es una fecha emblemática en Estados Unidos, conmemorando su independencia. Sin embargo, en México hay otra celebración significativa en este mismo día: el nacimiento de la ensalada César, uno de los platillos más icónicos del mundo gastronómico, que tiene su origen en Tijuana.
La historia de esta famosa ensalada se remonta a la década de 1920, en un contexto marcado por la Ley Seca en Estados Unidos. Cesare Cardini, un chef italiano, se vio obligado a trasladar su restaurante desde San Diego, California, a Tijuana, buscando operar sin las restricciones que le imponía la ley y evitando la quiebra de su negocio. Su estrategia resultó en éxito, atrayendo a comensales tanto estadounidenses como mexicanos, entre ellos el célebre Charles Chaplin, que disfrutaba de sus platos y cócteles.
Un día, al quedarse sin los ingredientes necesarios para su ensalada mixta tradicional, Cardini improvisó con lo que tenía. Así fue como nació la ensalada César, un platillo que, tras su creación, se convertiría en un clásico a nivel mundial.
Los ingredientes que utilizó para crear la receta original incluían:
- Hojas de lechuga romana
- Pollo
- Huevo crudo
- Picatostes
- Queso parmesano
- Salsa Worcestershire (Perrins)
La combinación de estos elementos dio a luz a una receta que ha sido replicada y versionada de innumerables maneras a lo largo de los años. Su popularidad llevó a Cardini a abrir un nuevo restaurante en San Diego en 1935, y posteriormente, comercializar el aderezo original. Este aderezo, clave en la receta auténtica, se elabora con:
- Jugo de limón
- Yema de huevo
- Vinagre de vino
- Queso parmesano
- Sal
- Ajo
- Aceite de oliva
- Una mezcla secreta de hierbas y especias
Sin embargo, el legendario restaurante Caesar’s de Tijuana, donde se originó esta célebre ensalada, cerró sus puertas en 2009 debido a la violencia en la ciudad. A pesar de esto, el legado de la receta original perdura, replicada en restaurantes y hogares en todo el mundo.
Además, al preparar la ensalada César, es importante destacar que la versión auténtica no incluye anchoas, a diferencia de adaptaciones modernas que pueden añadir ingredientes como pollo o pescados salados. Su esencia radica en el equilibrio perfecto entre lo crujiente, lo ácido y lo cremoso, todo resaltado por su aderezo distintivo.
La historia de la ensalada César, creada por la necesidad y la creatividad, es un ejemplo de cómo un platillo puede trascender fronteras y convertirse en un símbolo de la fusión cultural entre México y Estados Unidos, manteniendo su relevancia en la gastronomía mundial a más de 100 años de su invención.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.