Copenhague es una ciudad modélica. Tranquila y ordenada, donde las bicicletas son las reinas de las calles y sus habitantes viven en un entorno tranquilo y seguro. La capital danesa es, además, una bella ciudad en la que perderse y disfrutar de un paseo por sus calles o sus parques.
Más información
La mejor manera de disfrutar Copenhague es caminando o en bicicleta. Recorrer el centro de la capital danesa y atravesar la Plaza del Ayuntamiento para caminar por la calle peatonal y comercial Stroget y llegar hasta la monumental plaza de Kongens Nytorv, que sirve como acceso al pequeño muelle de Nyhavn, sus fachadas de colores y sus cafés a la orilla del canal, que se han convertido en la imagen por excelencia de la ciudad.
Luego, un paseo por palacios como Amalienborg, la clásica visita a la Sirenita que recibe a quienes llegan a la capital de Dinamarca por barco o a las praderas de parques como los de Rosenborg o Frederiksberg, antes de completar el día visitando la caótica propuesta alternativa de Christiania o paseando por los lagos. Hacer turismo por el centro de la ciudad ofrece centenares de propuestas a cada cual más interesante.
Más información
Las desigualdades generalizadas que vino a desenmascarar la pandemia de COVID-19 en el mundo han encendido el interés internacional por hacer que las ciudades sean más equitativas, resilientes y saludables. Un buen ejemplo es Copenhague, que está en camino a convertirse en la primera capital del mundo con huella de carbono cero para 2025.
En la capital danesa, todos los autobuses están en transición a ser eléctricos y la central de conversión de residuos CopenHill, además de producir energía limpia para 60,000 familias y calentar 120,000 hogares, abrió sus zonas de juego exteriores al público: un espacio verde en la azotea que incluye senderos, una pista de esquí y snowboard, y un muro de escalada en la fachada. Asimismo, la planificación urbana ha dado como
resultado cinco veces más bicicletas que autos en la ciudad.
Más información
Los alrededores de Copenhague, además, nos deparan fantásticas vistas y atracciones. Castillos como Hillerod o Helsingor (el castillo del príncipe de Hamlet), parques como el de Klampenborg, restos vikingos como en Roskilde e incluso alguna playa para disfrutar del sol veraniego harán las delicias del viajero.
Es también la ciudad con mejor vida nocturna de toda Escandinavia, lo que hace de la principal ciudad danesa un destino fantástico para quien también esté buscando diversión.
Pero Copenhague va más allá de lo que es una ciudad. La apertura del puente entre Dinamarca y Suecia la ha convertido en la capital de la región del Oresund, un territorio dinámico que comprende la zona sur de Suecia y ciudades como Malmö, Lund o Helsingborg, que se convertirán también en referencias inexcusables para quien visite la zona