El Real Madrid anunció este viernes el fichaje por cinco temporadas de David Alaba. El defensa austriaco, de 28 años, cumplió su contrato con el Bayern y, tras negarse a renovar con el club alemán, desembarca en el Bernabéu sin necesidad de traspaso. Zurdo de pierna, su posición natural en los últimos años ha sido la de central, aunque también puede actuar en el lateral izquierdo y en el centro del campo.
Su llegada supone el regreso de la entidad blanca al mercado tras un año de cuarentena, sin ninguna contratación, debido a las apreturas derivadas de la pandemia y se espera que esta sea la primera de una larga lista de operaciones este verano en Chamartín. De hecho, con la adquisición de Alaba, el número de centrales en la plantilla se eleva a cinco: Sergio Ramos, Varane, Nacho, Militão y el recién llegado.
La continuidad de los tres primeros se encuentra en el alero: el primero acaba contrato este junio y la renovación sigue sin encontrar una salida tras meses de negociaciones atascadas, y a los dos otros les queda una campaña, aunque no se descarta la salida. Si la vinculación del francés no se prolonga, su buen caché podría servir para hacer caja en un momento en que el Real Madrid necesita ingresar para afrontar otras compras, sobre todo en la delantera.
Criado en la cantera del Austria de Viena, prácticamente toda la trayectoria de David Alaba en la élite ha transcurrido en el Bayern, club al que se negó a ir un par de veces por considerarlo arrogante. Pero finalmente fichó por ellos. Allí llegó con 16 años y, al margen de una breve cesión en el Hoffenheim, recorrió a toda velocidad la escalera de la entidad: de recogepelotas y ondear la lona de la Champions, a instalarse rápidamente en el primer equipo con 17 años, con el que levantó dos Copas de Europa (2013 y 2020), diez Bundesligas y seis copas alemanas.
Él ya ejercía de lateral izquierdo en una de esas batallas europeas entre el Madrid y el Bayern, aquella de la inolvidable tanda de penaltis de las semifinales de la Liga de Campeones de 2012 en el Bernabéu, y con él de protagonista. Pese a ser un novato, fue el primero en lanzar y engañar a Casillas. Luego apareció Ramos y la historia tomó un rumbo imprevisto. Ese título, tras aquella noche, se le escapó en casa contra el Chelsea de Drogba, pero no al año siguiente frente al Dortmund. Desde entonces, ha sido un fijo para todos los que pasaron por el banquillo de Múnich. En total, 449 encuentros, 35 goles y 47 asistencias. Despuntó como lateral izquierdo con Louis van Gaal, pero rápidamente Pep Guardiola empezó a utilizarlo en posiciones muy variadas, incluida el eje de la defensa. “No sabía que podía jugar de central”, llegó a reconocer el futbolista.
“Me gustaría hacer algo nuevo y dar un paso más. Para crecer tienes que salir de tu zona de confort. Creo que quizás hay que ir a lo desconocido para madurar”, afirmó recientemente en los medios oficiales del Bayern en una entrevista de despedida. Él mismo había comunicado públicamente su salida a principios de año tras no aceptar las ofertas de renovación del Bayern y comentó con naturalidad que abría entonces un periodo de conversaciones con otros clubes. De nada sirvieron las declaraciones de amor del presidente y leyenda del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge: “David es el Franz Beckenbauer negro. Es el primer jugador desde Franz —con quien tuve el privilegio de jugar— capaz de coger las riendas de todo el equipo desde el centro de la defensa. Ha desarrollado el mismo carácter. Durante un tiempo nos ha faltado un jefe en la zaga. Alguien que marque el tono. Él lo ha hecho”.
No hubo marcha atrás en el jugador y el destino elegido fue el Real Madrid, con quien hace días se daba por descontado el acuerdo. El defensa buscaba un giro en su vida deportiva y el club blanco, lo mismo. “El Madrid también necesita un cambio”, afirmó rotundo su presidente, Florentino Pérez, hace un mes en esos días convulsos en los que defendía la Superliga. Terminada la competición, las cosas han empezado muy rápido en las oficinas de Valdebebas. Cada día, una noticia: la renovación de Modric, la segunda espantada de Zinedine Zidane y el recibimiento a Alaba. Y en la agenda merengue todavía quedan muchas cuestiones pendientes: la búsqueda de un atacante, la renovación o no de Lucas Vázquez, las posibles partidas de Marcelo, Isco y Mariano, qué va a ocurrir con los cedidos Ceballos y Odegaard, cómo se gestiona el regreso de Gareth Bale o quién sabe si alguna operación con Hazard, además de los casos de Sergio Ramos y Varane.
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