La Asociación de Prensa Extranjera del Perú (APEP), una organización con más de 50 años de historia y casi ochenta integrantes, ha repudiado lo que consideró una campaña de “acoso y difamación sistemática” contra algunos de sus socios. En un comunicado, destaca los casos de Jacqueline Fowks, colaboradora de este periódico, y Paola Ugaz, de ABC, “quienes son objeto de una campaña de desprestigio profesional” en las redes sociales.
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“La APEP expresa su profunda preocupación por las complicadas y adversas condiciones de trabajo que ha supuesto la polarización de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, donde informar con imparcialidad se ha vuelto motivo de insultos, intolerancia y ataques contra el honor”, expresó la asociación. Simpatizantes del fujimorismo critican la cobertura electoral de ambas periodistas, a las que acusan de tener un sesgo a favor del izquierdista Pedro Castillo y de no avalar las denuncias de fraude que impulsa la candidata Keiko Fujimori. En el caso de Fowks, un usuario publicó incluso su foto con la siguiente leyenda: “Esta es la cara de Jacqueline Fowks, por si te la encuentras en las calles peruanas y quieres decirle lo que opinas de lo que escribe”.
La agresión de la que son objetos las reporteras también llamó la atención del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), una entidad civil que vigila la calidad de la libertad de prensa en Perú y protege judicialmente a periodistas perseguidos por su trabajo.