“Por más de mil generaciones, los caballeros jedi fueron los guardianes de la paz y la justicia en la Vieja República. Antes de estos tenebrosos tiempos. Antes del Imperio”. En esas 29 palabras se condensaba la promesa de un tiempo mítico, la edad de oro de Hesíodo, donde los jedis no eran una estirpe casi extinta, sino los flamantes guardianes del orden y la justicia. Esta promesa ha sido vista como “una silueta, un contraluz”, según la autora Claudia Gray, durante las más de cuatro décadas de mito que La guerra de las galaxias ha legado. Y ahora, de su mano, y de decenas de escritores y artistas, la promesa se vuelve realidad. La Alta República es la nueva era en el universo Star Wars, disparando, desde ya, novelas y tebeos como primera fase de avanzadilla de lo que (se supone) acabarán siendo también películas para las salas y series para la plataforma Disney+.
Todo parte, como subraya Gray, de esa cita de Obi-Wan. “Es esa chispa de curiosidad la que intentamos capturar durante el proceso, lo que sugiere ahí Obi-Wan. Millones de fans en el mundo, yo entre ellos, se han preguntado sobre cómo podemos cumplir esa promesa”, asegura la autora en una entrevista con Columna Digital junto a Michael Siglain, el director creativo de la franquicia en Lucasfilm, o lo que es lo mismo, el archivero al cargo de “volúmenes y volúmenes de cientos de páginas de arte e historia que se actualizan diariamente”. Las biblias que definen, en fin, el credo de los Jedi y Sith.
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Gray recuerda esa fase del proceso con una sonrisa, porque el rancho, según dice, es “un lugar diseñado, en toda la amplitud del término, para disparar la imaginación”. Los palimpsestos son de las cosas que más la marcaron. “Tienen esta biblioteca, alucinante, llena de libros para que te estimules. Tratados de mitología comparada, fotografía submarina… De todo. Y en ellos, de tanto en tanto, encontrabas notas escritas a mano y te dabas cuenta de que allí, en esa misma página, había estado tal artista de tal película inspirándose en lo mismo que tú. Sus huellas eran visibles”. Los largos paseos en la naturaleza, según Gray, fueron fundamentales para asentar las ideas del equipo de narradores. “Hay que caminar de sitio a sitio, en este paisaje precioso, natural, y eso te da tiempo para meditar sobre lo que estábamos haciendo”.

Lo que estaban haciendo era plantar su propia bandera en parte/star-wars/” target=”_blank” rel=”nofollow noopener”>Star Wars. Una con unos objetivos distintos y edn cierto modo algo irreverentes con algunos puntos centrales de la mitología jedi. Especialmente en las precuelas dirigidas por Lucas, los jedi manifestaban (Yoda incluido) una burocracia rígida y un estado marcial ocasionado por las gigantescas guerras en las que se embarcaban por la República, que dejaba poco espacio para libertades de credo. “Es triste ver a Yoda convertido en un burócrata, ¿verdad? En las precuelas, hay una rigidez en la orden que en la Alta República no existe. Cada jedi puede expresar su relación espiritual con la Fuerza. Incluso tenemos un tipo de jedi, los caminantes de la senda (wayseeker en el original), que emprenden ese camino espiritual a su manera, como nómadas.”
La diversidad del reparto es uno de los puntos en los que más énfasis hace esta nueva era de Star Wars. Keeve Trenis, la protagonista principal de la línea de tebeos de parte/marvel-comics/” target=”_blank” rel=”nofollow noopener”>Marvel centrados en la Alta República, es negra y mujer, con un peinado muy contemporáneo (mitad del cráneo afeitado, mitad melena). Y en la penúltima página del primer número del tebeo se ve cómo jedis muy diversos y jóvenes juran su adscripción a la orden entre sonrisas y lágrimas, sables de luz en ristre. Pero lo que permanece, según el director creativo de LucasArts Michael Siglain, es “el escapismo”: “Especialmente en estos tiempos, si conseguimos que la gente se evada, habremos hecho bien nuestro trabajo”.
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